Así da gusto vivir la vida y echarle horas al trabajo. Teniendo una tarjeta fantasma con fondos ilimitados. Las penurias laborales, las reuniones de alto nivel, todo eso se lleva con un poco más de alegría. Si no, que le pregunten a los directivos de Caja Madrid, hoy Bankia. Los caballeretes gastaron 10.000 euros en echarse unos vinillos y unos 9.000 en ir a ver elefantes y jirafas a Sudáfrica. Viva la vida...

La entidad siendo rescatada con dinero de todos y los señores se gastaron 25.000 euracos en viajes navideños. Fuerte un turrón más caro, amigo. Quién los vería, viajando en primera, hartándose, bebiendo champán, regocijándose y carcajeándose de los desgraciados a los que colocaron preferentes y productos tóxicos. Total, dirían, cuando las cosas vayan mal, ya vendrá el Estado a inyectar dinero y a arreglar el asunto. Que ya se sabe, que poderoso caballero es Don Dinero, y el dinero, pues eso, está en los bancos. A esta panda de facinerosos y vividores, que se han divertido a costa de las costillas de todos, hay que sacudirlos hasta que devuelvan hasta el último euro. Esperemos que a la justicia no le tiemble la mano lo más mínimo a la hora de apretarles las clavijas y los bolsillos esta panda de engañadores profesionales, adictos a la tarjeta, y a la buena vida.