El virus del miedo es letal para la mente humana. Y el caso de ébola detectado a una auxiliar de enfermería en Madrid lo ha vuelto a demostrar. Es normal que exista preocupación y si me apuran hasta cierto grado de alarmismo, pero lo ocurrido en las redes sociales no tiene nombre.

Estaba claro que en algún momento, más tarde o más temprano, el virus del Ébola iba a llegar a nuestro supuesto mundo civilizado. Las enfermedades, igual que tantas otras cosas, también saltan fronteras. Pero la alarma generalizada, leer en las redes sociales que la pandemia nos está comiendo y que en España vamos a morir todos es solo propio de mentecatos indocumentados a los que se debería guardar bajo llave.

Es verdad que supuestamente todo estaba bajo control, y por lo que se ve no lo estaba. Es verdad que la ultraseguridad exhibida no era tal. Es verdad que la enfermera estuvo 6 días dando vueltas por ahí, pero ahora lo importante es averiguar dónde estuvo el fallo y controlar a todas las personas que han estado en contacto con la afectada.

El ébola ahora, como afecta a nuestro mundo civilizado, sí que preocupa y alarma. Antes era un problema de África, era un problema de ellos, ya es un problema nuestro. Antes mirábamos con preocupación, ahora tenemos miedo. El peor virus es el del miedo.