Este jueves, estando en el acto inaugural del Centro Deportivo Municipal Las Retamas-Ofra, tuve ocasión de reflexionar, en voz alta, sobre los réditos de una semana especialmente fructífera para Santa Cruz. Acompañado por un grupo numeroso de vecinos de la zona, compartimos la satisfacción que se siente cada vez que se materializa un proyecto o iniciativa pensada para el común de la ciudadanía, sea cual sea su envergadura. Porque resulta complicado determinar el calibre de una actuación pública. Lo que para un vecino puede resultar insignificante, como puede ser la instalación de una marquesina en una parada de guaguas, para otro constituye un cambio sustancial en su vida. No existe una vara que mida este tipo de sensaciones.

Además de impulsar los planes y programas diseñados para el desarrollo del municipio, buena parte de nuestro día a día en el ayuntamiento está dedicado a la búsqueda de soluciones para los problemas cotidianos que nos plantean los vecinos. De ahí la importancia de reforzar la cercanía con todos ellos, a pie de calle, con una presencia continuada en los barrios y pueblos de Santa Cruz, como venimos haciendo desde que arrancó nuestro mandato. Para escuchar críticas y demandas, igual que aportaciones y sugerencias. Contribuyendo entre todos a que la ciudad incremente sus estándares de calidad de vida, además de fortalecer su dinamismo y retomar la senda del progreso económico. Estamos en ese camino.

Una de esas noticias positivas ha tenido que ver con la adjudicación de las obras del dique semisumergido de San Andrés, a cargo de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. Fue el primer gran problema con el que me encontré como alcalde, en agosto de 2011, cuando las mareas propias de esa época volvieron a generar inquietud e indignación entre los vecinos y empresarios del pueblo costero. Tres años después, tras muchas vicisitudes, con tiras y aflojas permanentes con la Administración del Estado, podemos decir que el problema está en vías de solución. Confiamos ahora que la empresa adjudicataria inicie los trabajos en octubre y cumpla con los plazos establecidos, en torno a diez meses, para ver hecha realidad esta demanda histórica.

Asimismo, el ayuntamiento ha dado un paso decisivo para el comienzo de los trabajos de rehabilitación de un centenar viviendas en Miramar, La Salud, Santa María del Mar y Ofra, con la formalización de las actas de obra correspondiente, a la que también se sumará La Victoria. Esta actuación se corresponde con el anuncio que hice en el último Debate sobre el Estado del Municipio, dando cuenta del acuerdo del grupo de gobierno de adelantar el dinero que le corresponde poner al Gobierno de España. Dijimos entonces que se nos había agotado la paciencia, a la espera de que la ministra de Fomento firmase los convenios de financiación con las autonomías, circunstancia que, en el caso de Canarias, se ha producido esta semana. Por eso también exigimos ahora que el Estado devuelva el dinero adelantado por Santa Cruz.

Otra circunstancia feliz ha sido la apertura de las nuevas dependencias municipales del parque La Granja, donde se localiza la oficina central de Atención e Información al Ciudadano y al Contribuyente, la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) y la sede del Distrito Salud-La Salle. Sin duda, se trata de un lugar céntrico, accesible y cómodo, donde pretendemos mejorar la asistencia a los vecinos, dentro de una red que se completa con las oficinas de San Andrés, La Salud, Ofra, El Sobradillo y Añaza. No obstante, el objetivo sigue siendo que el ciudadano reduzca sus desplazamientos a cualquiera de estas oficinas y vea resuelto desde su casa, a través de internet, el mayor número posible de consultas y procedimientos administrativos.

Se comprende así la ilusión que nos embarga cuando vemos materializarse cualquiera de esos proyectos referidos al principio, tal y como señalaba a los vecinos de Ofra, durante la apertura del Centro Deportivo de Las Retamas. El orgullo que sentían esa tarde resultaba indisimulable. En medio de unas instalaciones modernas y funcionales, donde todos los miembros de la familia -cualquiera que sea su edad- disponen de un espacio inigualable para la actividad física y el deporte, reiteramos el carácter modélico de este complejo. Porque ese mismo patrón va a valernos para levantar instalaciones similares en barrios como Tíncer, Cuesta Piedra o El Toscal, además de concluir la piscina y sala polivalente del Pabellón Municipal de Deportes. Forman parte de nuestro compromiso con Santa Cruz y los sacaremos adelante.