Vayamos por partes en el editorial de este martes de un mes de agosto que empieza a estar dominado por el tedio informativo. El país entero anda en cholas y bermudas, pero seguimos sin encontrar todas las noticias buenas que quisiéramos para Canarias. Lo decimos con cierto desconsuelo porque nuestras Islas, según adelantábamos ayer, ofrecen menos oportunidades laborales y menos satisfacción potencial en el empleo que el conjunto de España, de acuerdo con datos de un estudio de Adecco que incluye la evolución del paro, los salarios, la seguridad o conciliación. Como siempre, en el extremo opuesto están las comunidades de Madrid, Navarra y País asco. Canarias no solo continúa teniendo la calificación más baja, sino que esta se ha reducido respecto a un año antes. De acuerdo con el estudio de la citada empresa de trabajo temporal, nuestro Archipiélago presenta una elevada tasa de desempleo -para constatar esto no hace falta ninguna monografía al respecto-, una insuficiente proporción de empleos cualificados y un reducido ratio de ocupados que cursan estudios. En definitiva, somos la región con la menor cualificación laboral. En consecuencia, también tenemos los salarios más reducidos. Unos 1.343 euros al mes de media; los segundos más bajos de España. Al mismo tiempo nos recuerda este estudio que padecemos el mayor porcentaje de parados de larga duración y el tiempo medio de búsqueda de empleo más elevado del Estado español. El 33,3% de nuestra población activa está desempleada y también ostentamos el nada meritorio récord del menor porcentaje de empleos cualificados (un 23,8%), muy lejos de las ya citadas comunidades de Madrid, asconia y Navarra. Hay más datos igual de desesperanzadores para nuestro mercado laboral que omitimos para no afligir en demasía a quienes nos siguen a diario. El lector puede encontrar dichos datos en las páginas de información de nuestra edición de hoy.

Lo peor no es que la situación sea mala, que lo es, sino que las perspectivas no son buenas. De acuerdo con el mismo estudio de Adecco, Andalucía, Extremadura y Canarias son las comunidades autónomas que ofrecen menos oportunidades de empleo, de nuevo frente a Madrid, País asco y La Rioja, regiones con perspectivas laborales. Por si fuera poco, las exportaciones descendieron en el primer semestre del año en Canarias en un 7,9%, lo que dejó un saldo comercial negativo en el Archipiélago de 666,1 millones de euros.

Pese al feo panorama descrito en las líneas precedentes, también hay buenas noticias. Por los aeropuertos canarios pasaron 925.884 pasajeros internacionales en el mes de julio. Una cifra que superó en un 10 por ciento la registrada hace un año y que supone la mayor subida del país, según datos difundidos ayer por la Subdirección General de Conocimiento y Estudios Turísticos. Una tendencia que viene de atrás, pues en el periodo enero-julio de este año los aeropuertos canarios recibieron 6,6 millones de pasajeros internacionales; un 12,6 por ciento más que hace un año. El mayor incremento registrado en España. La parte mala de esta, como decimos, buena noticia es que seguimos en manos del monocultivo turístico. Y encima haciendo tonterías, pues también informábamos ayer que trabajadores y empresarios de las proximidades del barranco de Troya, en Playa de las Américas, que sirve de límite territorial entre los municipios de Arona y Adeje, muestran su preocupación por la formación de un gran charco de aguas fecales o residuales en uno de los puntos más transitados de ese importante destino turístico. Nada menos que el pulmón económico de Tenerife. Según los denunciantes, cuyas manifestaciones también adelantábamos ayer en nuestra edición digital, este despropósito se puede apreciar desde el puente de la avenida Rafael Puig, desde la pasarela de madera que salva dicho cauce y desde los paseos peatonales situados a ambos lados del barranco. A los malos olores, los trabajadores de la zona añaden que se han sumado en los últimos días diversos tipos de insectos voladores que incomodan a los turistas. Lo peor que podemos hacer es torpedear el funcionamiento del único sector económico que nos sigue funcionando a gran escala.

A torpedos y torpedeamientos se ha referido igualmente Paulino Rivero en su blog este fin de semana, como suele ser habitual en él desde hace tiempo. Dice el presidente del Gobierno regional que Canarias no puede esperar por el Estado ni por su dilación en asuntos trascendentales para las Islas, ni tampoco puede hacerlo por aquellas otras cuestiones "que el Gobierno del PP se empecina en torpedear". Para contestar esas "destructivas" políticas de Madrid, dice Rivero que el Gobierno autonómico ha dotado con 10 millones de euros un Fondo de Desarrollo de uelos para incentivar la apertura de hasta 50 nuevas rutas que unan los aeropuertos canarios con ciudades europeas y de terceros países. En julio se realizaron las primeras seis convocatorias, cuyas rutas comenzarán a operar durante la próxima temporada de invierno -a partir de noviembre de este año-, y en septiembre se lanzará una segunda convocatoria. Añade que es conocida la negativa del Gobierno de España a aplicar una política de tasas aeroportuarias diferenciada para Canarias. Por ello dice que no les ha quedado otra alternativa que tratar de mejorar la conectividad de las Islas con presupuesto canario y con la autorización comunitaria.

Loable sea cuanto se haga en este o en otro sentido para potenciar nuestra economía pero, al mismo tiempo, permítasenos albergar algunas dudas. Lo de abrir nuevas rutas para que nos vengan más turistas está bien. Sin embargo, ¿necesitamos más turistas? Hemos destacado en este mismo editorial que Canarias bate récords en cuanto a tráfico de visitantes procedentes del extranjero. Tenemos casi doce millones de turistas cada año, casi la mitad en Tenerife. Acabamos de decir que el sector turístico va bien, aunque con el reparo importante de que cada vez estamos más inmersos en un monocultivo económico. No olvidemos lo que les ha sucedido a estas Islas en el pasado con situaciones similares. ¿No convendría destinar esos recursos públicos a potenciar otros sectores capaces de soslayar esa peligrosa dependencia?

Acabamos de citar un estudio que destaca el bajo porcentaje de empleos cualificados que hay en las Islas con respecto a España. Estamos cansados de oír y de leer que la falta de preparación de muchísimos isleños nos ha elevado a unas tasas de desempleo que son vergonzosas no solo en España sino en toda la UE. No es fácil enmendar en poco tiempo, incluso en el transcurso de una legislatura, lo que se ha hecho mal desde épocas remotas y se sigue haciendo mal en la actualidad, porque nuestros políticos se empecinan en persistir en los errores. No obstante, cualquier acción, por nimia que sea, es preferible a la parálisis absoluta o a la queja permanente ante lo mal que se porta con nosotros el Gobierno de España.

Esas lamentaciones sí que no conducen a nada. Si alguien en CC piensa, al igual que lo hacemos nosotros, que estas Islas sufren una dependencia desmesurada de leyes que son ajenas a nuestra idiosincrasia y contrarias a nuestros intereses, si alguien cree que el sometimiento de los políticos canarios, incluidos los de CC, a las directrices de Madrid supone un lastre que nos impide salir del pozo negro en el que estamos, lo correcto, lo eficaz, no es entregarse al llanto desconsolado -que sirve como desahogo pero nada más- sino hacer lo procedente, siempre por vías pacíficas, para que no se propague esta situación.