1.- Me muevo muy bien en las librerías de viejo, sobre todo en las de Madrid. Pero no con la frecuencia que quisiera porque últimamente mis viajes a Madrid son auténticos polvos de gallo. Así que de vez en cuando encuentro chollos de verdad, sin gastarme el dinero que no tengo; y otras veces los amigos me distinguen con algún regalito de agradecer. Mis libros han sufrido muchos avatares. Conservo ejemplares muy valiosos, al menos para mí, de mi tatarabuelo, de mi abuelo y de mi padre, aunque una gran parte de mi biblioteca la cedí, como saben, a la ciudad del Puerto de la Cruz. En la nueva biblioteca de la ciudad hay una muestra -mala- de mis libros, porque yo creo que lo que tenían que haber colocado en los anaqueles es la colección completa del "Canarias Confidencial", que es única. Más de un cuarto de siglo de la política isleña en relatos que no se encuentran en ninguna parte sino ahí, en esos tomos.
2.- El otro día fui al TEA, a visitar la excelente muestra de y la permanente de Óscar Domíguez, que no conocía y que me pareció pobre. ¿Por qué no le piden a Telefónica el material que tiene de Domínguez, para que se lo ceda al TEA? Yo recuerdo ver una exposición de Óscar en Madrid, impresionante, de la mano de Telefónica, en su vieja sede no sé si de Gran Vía o de Alcalá, que da igual porque están al lado. Tampoco había visto la biblioteca del TEA, ni su exposición de fotos y recuerdos del tranvía. Me parecieron excelentes ambas.
3.- El TEA me recuerda mucho al MOMA de Nueva York: amplios espacios, jardín interior, zonas maximalistas. Me gustó muchísimo y su tienda no desmerece. Muy amplia y bien surtida de artículos relacionados con el arte y de libros de igual tema. Como voy en la moto, últimamente me paro donde me apetece, sin problemas para aparcar. Hablaré un día de estos de la obra de Alejando Tosco, que llevaba más de dos meses colgada y que se clausuró ayer domingo. Excelente. Este es un pintor que a mí me encanta y cuyo arte ha ido evolucionando hacia formas muy interesantes. Está en su madurez. Tiene un tríptico espectacular, la estrella de la clausurada exposición, y obra más pequeña igualmente interesante y bien trabajada. Me gustó el TEA, me decepcionaron los fondos de Óscar expuestos y creo que el Cabildo se ha quedado muy corto con ellos.
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