En La Laguna, desde hace ya algún tiempo, venimos trabajando en muchos y variados proyectos que tienen como base, como fundamento y como fin la participación ciudadana. Digo esto, con la satisfacción de quien sabe que el mérito, en estos casos, no es, en absoluto de la administración, que solo facilita los cauces, sino de los vecinos y vecinas que han decidido involucrarse en la vida pública de su municipio.

La democracia, a diferencia de otros regímenes indeseables, permite que la ciudadanía se involucre en todo aquello que le atañe y que trabaje activamente en la mejora de su ciudad, su país y el mundo en el que vive. No es fácil. Requiere unos niveles de implicación que no todo el mundo está dispuesto a asumir, pero es necesario y sano. Yo diría, incluso, que imprescindible para el buen funcionamiento de una sociedad.

El ejercicio de lo público a la vieja usanza ya no funciona en absoluto. No se puede pretender contar solo con el criterio y la opinión de la gente cada cuatro años, cuando necesitas un voto. Y, sobre todo, no se puede pretender en estos momentos, cuando la ciudadanía, con razón, ve cómo se toman decisiones que les afectan directamente sin tener en cuenta su opinión.

La participación, sea del tipo que sea, no debe asustar a nadie, porque es legítima y necesaria para el desarrollo de la sociedad. Los modelos están cambiando y debe cambiar, consecuentemente, nuestra manera de gobernar, que no puede ser, ya nunca más para la ciudadanía sino con la ciudadanía.

La Laguna tiene unas características muy especiales por su variedad de núcleos y su dispersión. Y tomando como base esas características que nos definen hemos desarrollado una experiencia efectiva y eficaz de participación ciudadana que, honestamente, creo que es la clave de por qué, en un contexto de crisis, hemos podido mantenernos e, incluso, avanzar.

Pero para poder poner en marcha estos mecanismos hay una premisa fundamental: hay que creer en ellos. Y yo creo, firmemente, que la participación ciudadana es una herramienta fundamental para el bien común, para aquello a lo que debemos encaminar nuestros esfuerzos. Todos los foros en los que trabajamos actualmente nos permiten debatir determinadas tomas de decisiones, asuntos importantes siempre desde ópticas diferentes, lo que da una perspectiva mucho más amplia, sin que, por ello, hagamos dejación de la función que tenemos conferida. Es un proceso que requiere horas de trabajo y de diálogo, que una vez se inicia no tiene vuelta atrás, pero que siempre enriquece y mejora.

Por ello, seguimos prestando nuestros esfuerzos en llegar al mayor número posible de ciudadanos. Y una de las vías más efectivas es la que las nuevas tecnologías ponen a nuestro alcance. De este modo, me ha parecido más que necesario dar un nuevo paso y formar parte de "Decision Makers", una herramienta desarrollada por Change.org, una de las plataformas de participación más importantes del mundo, que ya usan más de 50 millones de personas. Con este perfil, al que pueden acceder desde www.change.org/es/decision-makers/fernando-clavijo-batlle atenderé las peticiones ciudadanas que superen las 500 firmas, mínimo que permite la organización. Estableciendo este diálogo, al que espero se sumen pronto el resto de alcaldes de Canarias, seguro que podremos, juntos, buscar soluciones -siendo consciente de que no siempre las tendremos todas- y, sobre todo, respuestas comunes a los problemas que preocupan a los laguneros y laguneras. El perfil del Ayuntamiento de La Laguna (www.change.org/es/decision-makers/ayuntamiento-de-san-cristobal-de-la-laguna), segundo del Archipiélago en adherirse tras el de Telde, está también a su disposición para iniciar este diálogo que deseo que sirva para seguir abriendo caminos al futuro.