Cuando escribimos estas líneas, pueden estar sucediendo en los sótanos lúgubres de las formaciones política encuentros cautelosos con el noble fin de elaborar las listas ante las consultas europeas (25 de mayo) y generales, autonómicas y municipales del próximo año (entre mayo y noviembre...si no se adelantan). Sobre las primeras ya se barajan algunos nombres apegados a los sueldos millonarios. Otros iniciarán el camino del destierro político empujados por sus propios partidos, cansados de su incómoda presencia. Los últimos acontecimientos que salpican a los "populares" afectarán, de manera significativa a las comunidades donde ahora gobiernan. Los pesos pesados como Vidal-Quadras y Mayor Oreja (más el primero, enfrentado abiertamente a Rajoy), infringirán una importante brecha en el seno de la organización, sumada a los ecos de la ley Gallardón, que han llegado, incluso, hasta Francia, recibiendo furibundas críticas desde ¡la extrema derecha! Es decir, Alberto Ruiz Gallardón, Rouco Varela y el Opus se han situado a la derecha de la señora Marine Le Pen. Si agregamos el estrepitoso fracaso del intento de privatizar la sanidad en Madrid, de la ley seminarista de Wert, de la convención de Valladolid (ausencias notables), de los desencuentros en las calles del barrio de Gamonal, en Burgos, y en las de La Laguna, en Tenerife, de los vergonzosos casos de corrupción generalizada, finiquitada y diferida... nos encontraremos ante unos previsibles pactos entre pequeños grupos (Vox y Ciutadants, por ejemplo) que dañarán a los dos grandes partidos, con lo cual el escenario político, económico y social empeorará. IU y UPyD suben en valoración y en votos. Le están allanando la travesía a los socialistas-obreros, entullados, igualmente, por diferentes detritus, mientras el ciudadano, estupefacto, asiste a este insultante espectáculo. ¿Y en Canarias? ¿Qué se estará maquinando por esos subterráneos de cinco estrellas?

Hay algunas cosas claras y otras no tanto, como suele pasar en esta Comunidad Atlántica desde que los neonacionalistas están en el poder... gracias a la oposición. Formamos parte de la única región del planeta donde el presidente que la gobierna desde hace dos legislaturas es el mismo que las perdió. Es nuestra peculiar manera de arreglar los problemas, es decir, creándolos para no tener que resolverlos. ¿Cómo puede suceder algo así? Fácil: se juega al tripartito. El que pierde se queda sentado en la única silla y, después, elige a otro para continuar saltando y brincando felices, dejando al ganador de pie, solo y sin posibilidades de encontrar pareja. Los neonacionalistas, con Paulino Rivero al frente (muchos han querido dejarlo sentado en el suelo), llevan, con esta estratagema, lo suficiente como para perder la noción de lo que en realidad sucede en Canarias. Una sociedad no puede subsistir con el 35% de parados. Los coches oficiales, el helicóptero y las cámaras de televisión, que siempre están en la irrealidad de lo que ocurre en el pueblo canario, es decir, transmitiendo lo que no es, han conducido al presidente a sendas que atraviesan hoteles y plataformas petrolíferas. Este empecinamiento le ha llevado a enfrentarse, dentro de su propia organización, con destacados dirigentes y hasta con dinosaurios fundadores de la organización. Siempre hemos definido a este partido político como "neonacionalista", esto es, un grupo de personas procedentes de la derecha que, poco a poco, e interés tras interés, han buscado transformarse en algo vinculado a la seudo soberanía. Los continuos viajes de algunos de sus influyentes miembros al País Vasco y a Cataluña así lo demuestran. Eran los felices tiempos con representación en el Congreso de los Diputados, donde se les escuchaba a cambio de un par de kilómetros de carreteras. El jesuita Arzallus lo manifestó públicamente. Ahora todo ha cambiado...pero no tanto. Porque el juego de las sillas continuará, muchos jugadores se quedarán sin participar y el que volverá a perder se sentará de nuevo en la Presidencia de Canarias con algo tan simple, pero tan beneficioso para saciar la ambición política, como es un pacto. Nos queda la duda, sin embargo, sobre qué transita por el magín de gente tan notable como Ana Oramas, Ricardo Melchior, Antonio Castro, José Manuel Soria o José Miguel Bravo de Laguna. Son las amenidades de la política canaria que, casi siempre, han quedado resueltas con los envites-enredos fraguados en El Sauzal.