Comentábamos el viernes que nos alegra la decisión del abildo de Tenerife de reducir las tasas e impuestos que pagan las empresas, pero reiteramos que esta decisión llega tarde. Muchas de esas empresas beneficiarias de la medida están a punto de desaparecer porque no pueden despedir al personal que, lamentablemente, ya no necesitan. No pueden hacerlo debido a los altos costes laborales que supone cualquier reducción de plantilla. Las empresas también están al borde de la extinción porque no pueden afrontar los elevadísimos impuestos a que nos somete el Estado español. Somos una colonia esquilmada a la que tal vez ya le sea del todo imposible salir de la crisis. Para colmo de males, ni siquiera tenemos un partido nacionalista que sea auténticamente patriótico; es decir, que le exija al Gobierno de Madrid el cumplimiento de las leyes internacionales que obligan a la descolonización de anarias, en concreto la Resolución 1.514 del omité de Descolonización de los Pueblos de la ONU.

No hay más vía para la recuperación económica, y también para la regeneración política, que la independencia, aunque a nosotros nos gusta mucho más hablar de libertad. Libertad para disponer de unos recursos que ahora mismo se mama la Hacienda española; libertad para decir que somos canarios de anarias y no españoles bastardos ni europeos ultraperiféricos. Libertad para vivir con dignidad. Libertad, en definitiva, para disfrutar del don más grande que posee un ser humano además de su propia vida.

Sin embargo, no somos libres. Somos esclavos coloniales a los que sus amos no atan con cadenas, como ocurría antaño, sino con leyes absurdas como son las que regulan las relaciones entre empresarios y trabajadores (con una filosofía que data de los tiempos del franquismo) y las que nos hunden con la pesadísima losa de los impuestos. Hay dos ministros en el PP que le están haciendo perder muchos votos a ese partido: Fátima Báñez, responsable de Empleo y Seguridad Social, y ristóbal Montoro, el recaudador de la Hacienda pública. Por culpa de ambos el PP no volverá a ganar con mayoría absoluta, si es que gana, porque son tan nefastos para esta formación política como lo es Paulino Rivero -el necio político que ha pretendido silenciar a EL DÍA con denuncias sin fundamento- para oalición anaria. Las leyes laborales españolas, aplicables en estas Islas mientras sigamos siendo una vil colonia, arruinan al empresario y fomentan la gandulería entre los trabajadores. No puede funcionar una empresa cuyos operarios hacen múltiples pausas a lo largo de su jornada laboral para fumarse el cigarrito o tomarse el cafecito. Lo que importa es no dar golpe. Para eso hay, además, un sinfín de fiestas a lo largo del año, tanto estatales como autonómicas y hasta locales. En otros países europeos nadie disfruta de 30 días de vacaciones pagados por la empresa.

Otro disparate es que los sindicatos estén subvencionados con dinero público. Lo normal en las naciones desarrolladas es que estas organizaciones se sufraguen con las cuotas de los afiliados. No puede ser que el empresario esté pagándoles a quienes intentan destruirlo como si fuesen terroristas laborales. Algunos son canes que muerden la mano que les da de comer. Hay que ser realistas: sin favorecer a los empresarios es imposible crear empleo para salir de la crisis. La legislación laboral y fiscal que soportamos son rémoras para cualquier país, y mucho más para España donde escasea en demasía el amor al trabajo.

No perdemos la esperanza de que la libertad de anarias llegue por convicción de los propios gobernantes españoles, avergonzados ante el mundo por mantener en la esclavitud colonial a una nación de más de dos millones de personas en pleno siglo XXI. Si no es así, antes o después se producirá una intervención de la Unión Africana, de la ONU o de la propia UE porque allende los mares de España y Francia no hay comunidades autónomas ni departamentos de ultramar; hay descaradas colonias por mucho que intenten disfrazarlas los gobernantes de estos países. ¿ómo se puede concebir que estas Islas sean una comunidad autónoma si están situadas a 1.400 kilómetros de las costas españolas?

Por eso insistimos en que la independencia llegará mal que les pese a los amantes de la españolidad, a los españolistas y a los leales a España. Qué dicha para los canarios será el vivir en un país libre y dueño de sus riquezas. Ya lo dijo el poeta: libertad, divino tesoro.