Ya hemos comentado las pretensiones y las falacias que ha tenido para Canarias, referente a las prospecciones petrolíferas, Brufau, presidente de Repsol. El desmedido afán para que se conviertan en realidad, además de ser motivo de preocupación por parte de una mayoría de los que habitan esta tierra, sí que tiene su razón de ser, al menos para él.

es que el hombre está en la cuerda floja por el poco rendimiento que con su deficiente gestión reporta a la multinacional al compararlo con otros gestores que tienen una remuneración anual menor y que han demostrado más eficacia que él.

claro, cuando es el suculento sueldo lo que se le cuestiona, se hace lo que se puede, y más para que los que le pagan vean que su gestión se ha apuntalado diciendo lo que ha mencionado referente a Canarias y que va a poner toda la carne en el asador, a pesar de decir todas las cancaburradas apetecibles y de tratarnos como estúpidos para conseguir para esa multinacional pingües beneficios, que es lo que interesa, primero para él como gran y distinguido empleado de la misma, y segundo, que la empresa perciba la eficacia desarrollada .

todo esto viene a cuento porque, según el director general de la petrolera mejicana PEMEX, Emilio Lozoya, que controla el 9,3 por ciento del capital del grupo español, el sueldo anual de Brufau, 8 millones de dólares, no se corresponde con la retribución que la compañía ha ofrecido a los accionistas a lo largo de los últimos años.

Ha insistido este director general en que la situación hay que cambiarla y pasa por darle un tirón de orejas y bajada de sueldo a Brufau. es que desde que la administración actual de Repsol ha tomado las riendas de la empresa, el retorno de la acción ha sido cero, mientras que para un promedio de las empresas europeas de explotación y producción ha sido de 87 por ciento.

Así se podrá entender el desaforamiento y las vejaciones que se han tenido que soportar de su comparecencia pública, arropada por fornidos guardaespaldas, como corresponde a su altísima categoría, intentando hacernos comulgar con ruedas de molino.

Uno de los problemas que tiene Repsol no solo es que pueda o no encontrar hidrocarburos en las costas frente a Lanzarote y Fuerteventura, sino que al frente de esta gestión tiene a un inepto, el cual impone el discurso del inepto, que es el que se escapa de la razón lógica y de la realidad de un pueblo al que ha venido a ofrecernos humo antes que él, efectivamente, sea para su empresa eso, humo.