Me remite un amigo de Izquierda Socialista el comunicado enviado a la prensa por este grupo de opinión ante la conferencia política del PSOE. Un cónclave que comenzó ayer en adrid con crisis de liderazgo -González dixit- ante unas encuestas que no hablan de recuperación ante el electorado sino de todo lo contrario.

En este escenario considera Izquierda Socialista, entre otras cosas relacionadas con la UE y las políticas económicas emprendidas por el Gobierno del PP, que ha llegado el momento de ir más allá de los límites de la democracia heredados de una transición que obligó a concesiones importantes. Concretando, exigen que se les haga justicia a las víctimas del franquismo -con las reparaciones a las que tienen derecho; en este aspecto saludan el proceso abierto por una juez de Argentina-, así como que se acepte que España es una nación de naciones necesitada para su gobernabilidad de un Estado federal. Asimismo consideran imprescindible un Estado laico y la recuperación de la República para atender la voluntad ciudadana de superar la monarquía existente.

La amistad con el remitente de este comunicado me obliga a ser sincero. Empezando por el final, monárquicos en este país hay pocos. Sin embargo, hasta un republicano nato como lo fue Santiago Carrillo seguía manifestando en sus últimos días que no es el momento de sustituir la monarquía. No al actual monarca, pues ese es otro debate, sino a la institución en sí misma.

Respecto al Estado laico, plena coincidencia. Nada le ha hecho más daño a España desde tiempos inmemoriales que el catolicismo radical. Y lo digo como católico que soy, pero en el ámbito personal. Las creencias religiosas deben circunscribirse a la intimidad del individuo. Si se convierten en un asunto de Estado, malo. Basta ver lo que está sucediendo en Turquía.

Sobre el Estado federal, nación de naciones y otros onanismos mentales viene al pelo lo que opina un apreciado lector sobre Cataluña y las Vascongadas: "Desde tiempos inmemoriales las burguesías catalana y vasca han sido las rémoras y vampiros de las demás regiones de España. Cuando ven peligrar sus intereses o la justicia los llama al banquillo, al instante se envuelven en la bandera independentista. Por culpa de estas regiones y el maldito clero ha estado el país sumido en la incultura y el atraso de la alpargata y la boina". Nada que añadir por mi parte. Tan solo me pregunto si son estos privilegios de una clase vernáculamente ramplona lo que defienden los ultraprogres -no te enfades, Pedro, pero es así- de Izquierda Socialista.

He dejado el principio para el final. La verdad, la justicia y la reparación de las víctimas del franquismo, junto con la demonización de la Transición. Incluso el aplauso ante la intervención de una jueza de allende los mares en nuestros asuntos internos, por no hablar de abrir las viejas heridas y recuperar la contienda de las dos Españas. Wonderful, dicho sea en inglés ahora que tan de moda está la lengua de Shakespeare. La mejor forma, qué duda cabe, de recuperar el voto ciudadano en un país cada vez más refractario a los extremismos, tanto de la izquierda como de la derecha.

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