...no nos dejan ver el bosque. Es una frase, una de las que utilizamos al hablar, a menudo sin darnos cuenta de su verdadero significado. Como los latinismos, a los que somos tan proclives los que nos dedicamos a emborronar cuartillas -pueden creerme que no es mi caso- para sembrar en el ánimo del lector su sapiencia y erudición.

Lo de los árboles... es algo que me atrae como al imán las virutas metálicas, no porque yo sea, ni mucho menos, más listo o inteligente que los demás sino porque me asombra la gran capacidad que tenemos para no ver. Miramos, distinguimos, observamos... pero no "vemos", ni siquiera la evidencia.

Es una técnica que utilizan los ilusionistas: se distrae nuestra atención mencionando lo anecdótico para que no nos fijemos en lo principal. También, a veces, sin que nos percatemos de ello -no creo que sea ese el caso que voy a comentar-, se embarca en la descripción pormenorizada de un hecho haciendo caso omiso de lo que realmente interesa.

Imaginemos, por ejemplo, la crónica de un suceso de consecuencias trágicas. En ella, lo más importante -creo yo- debería ser el número de víctimas -muertos, heridos...-, el estado de estos últimos, su situación anímica, etc. Nunca debe ser, me atrevo a afirmarlo, la labor de los bomberos -por muy buena que haya sido-, el material que emplearon en su labor, la presión del agua, el número de "efectivos" -¡cuánto luchó el eminente lingüista don Lázaro Carreter para que no se utilizase este vocablo en sentido restrictivo, refiriéndose solo a personas!-.

Lo mismo se podría decir del pormenorizado relato de un acontecimiento -no, no me referiré a él como evento- en que se ponderase más a sus patrocinadores que a los actores; no admiraremos más a Cristiano Ronaldo o a Fernando Alonso, por más que nos indique el locutor de turno las marcas de los equipajes que utilizan; o, para no hacer más larga esta relación, tampoco es concebible la descripción de un paisaje en el que resulta más importante el atuendo de las personas que lo contemplan que los contrastes que aquel ofrece a nuestros sentidos.

Apuntalado ya este introito, sentadas las bases que servirán para fijar mis argumentos... hablemos de San Cristóbal de la Laguna, una de las pocas ciudades españolas -la única canaria- que disfruta del honroso título de Patrimonio de la Humanidad. No fue el mencionado título el que le confirió su carácter especial, la manera de ser de sus habitantes o el ambiente conservador hacia sus costumbres, pues todo eso formaba ya parte de su patrimonio. Desconozco el texto que publicó la Unesco para justificar su decisión, si bien estimo que se debieron de tener en cuenta no solo los elementos mencionados sino el aspecto de sus edificios más representativos, su historia como antigua capital del archipiélago, su raigambre como sede episcopal y educativa, etc., sin dejar de mencionar, supongo, algunas carencias que el tiempo permitiría enmendar y corregir; y es una de estas la que ha motivado este artículo, que no pretende denunciar sino más bien puntualizar algo que no parece ser consecuente con el título de ciudad Patrimonio de la Humanidad: ¿recicla La Laguna toda su basura? Esto, dicho así de pronto, puede parecer una broma hablando de una ciudad que reúne las características de la vieja Aguere, mas la pregunta resulta lógica.

Basta "patearla" para convencerse de ello, pues no se encuentran bien diferenciados los clásicos contenedores amarillos, blancos y azules tan comunes en otras ciudades "no patrimoniales". Todos parecen iguales, de modo que la gente actúa en consecuencia y deposita la basura donde le parece. Y no hablemos de los verdes para las botellas: he visto muy pocos en el llamado cuadrilátero del ocio. En este el número de bares es elevadísimo, por lo que también debe de serlo el de botellas de todo tipo que se desechan a diario.

Al ser tan deficiente el servicio de reciclaje en la actualidad -los árboles no nos dejan ver el bosque-, ¿la basura que se recoge en la ciudad y se lleva al PIRS tiene allí un trato especial para separar los recipientes de vidrio, los envases de cartón, el papel y las materias orgánicas? Lo dudo, aunque pensándolo bien, ciudades como el Puerto de la Cruz, Arona, La Orotava... ¿tienen ese servicio? La verdad es que no lo sé, pero mejor es no investigarlo para no llevarnos otro chasco como con La Laguna.