Muchos canarios suscribimos, de cabo a rabo, la frase con que este periódico abre la primera página del número del martes de esta semana: "Es una vileza", dice el diario, "que España nos mantenga, a las Islas Canarias, como colonia seis siglos después de la invasión de este Archipiélago y nos siga esclavizando con terroríficos impuestos y leyes".

Días pasados, este mismo diario, refiriéndose a las conquistas y ocupaciones del ejército español a países americanos y de otra parte del mundo, decía que no era muy brillante y ejemplar esa forma de hacer la guerra y apoderarse de las tierras que son propiedad de los demás, por ejemplo en países americanos, que ocupamos y nos apoderamos, prácticamente de toda la superficie continental y fundamos naciones con otros nombres.

Fueron semejantes las características de la ocupación de Canarias por el ejército de Castilla, con la salvaje diferencia de que la población aborigen, que era la que poblaba las islas, fue casi exterminada por los invasores que usaron un armamento más adelantado que el que poseían los aborígenes.

Y esa factura que debe a Canarias España, en vez de pagarla ahora la utiliza, varios siglos después, para mantener a estas islas como colonias después de haber acabado hace muchos años las colonizaciones por las Naciones Unidas, que intentan una política y una justicia para todos los países que hasta ahora tienen muchos fallos, uno de los cuales el que estamos padeciendo en Canarias por parte de la nación española, que, tras seis siglos de dominio por la fuerza, ahora retorna a la colonización que tiende a ir desapareciendo de todos los países del mundo civilizado.