Circula por la Internet una foto de la Merkel, cuando era joven, con dos amigas, desnudas en una playa, luciendo felpudo. La foto tiene su encanto, no vayan a creer ustedes. Nada que ver con la Angela Merkel de ahora, encorvada por el paso del poder, sino que muestra a una joven agraciada, con sonrisa pícara e indudables atractivos físicos. Y las amigas no desmerecen en absoluto. La foto tiene pinta de ser auténtica, de no estar trucada, aunque ahora todo se tergiversa y todo se desvirtúa. El domingo, Merkel demostró no sólo quién manda en Alemania, sino quién será la líder europea los próximos cuatro años. Posiblemente podrá gobernar en solitario -al menos estos son los datos de la madrugada del lunes- y lo hará con mayor mano de hierro que hasta ahora. Es decir, se ha convertido en la líder indiscutible de su país con más de ocho puntos y medio sobre sus propios resultados anteriores, después de años de gobierno. Algo que no se veía desde los tiempos del viejo Konrad Adenauer, que logró el nuevo milagro alemán.

2.- Alemania será, de nuevo, la guía de Europa. Está claro que se trata de un pueblo especial, con una capacidad de trabajo infinita, que liderará este continente cuatro años más y que establecerá su dictadura económica sobre los pueblos menos trabajadores y organizados, como España, Italia, Portugal, etcétera. Sólo Francia le hace sombra y nosotros estaremos per sécula seculórum relegados al papel de comparsas y de mindundis. Es nuestro sino, es nuestro destino en lo universal, como se decía en tiempos del invicto de los huevos.

3.- Merkel ha barrido; dos puntos más de lo que le daban las encuestas más optimistas, y seguirá influyendo notablemente en la Unión, que hoy por hoy está hecha a medida de Alemania. Todos los sacrificios que los españoles han hecho en los últimos años han venido dictados por esta mujer, que controla la Troika y que manda por encima de cualquier gobernante. Merkel actúa en plan estrella porque es una estrella. Esta mujer, que parece insignificante, tiene una visión muy acertada de la economía y, por lo que se ve, de la política. Ha sabido convencer a los alemanes de que su política es la más adecuada y ha ganado las elecciones de calle. Podrá gobernar en solitario; es lo que dicen los resultados cuando escribo la columna.

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