Ahora resulta que, sin más ni más, a Rajoy se la ha intensificado la "recortitis" aguda que padece y la toma con la paralización de siete obras de carreteras en el rchipiélago canario y, encima, resulta que el valor inicial de la adjudicación de esos trabajos se ha encarecido nada menos que un veinte por ciento por haberse incumplido los plazos señalados.

Mariano Rajoy acaba de salir del compromiso de informar públicamente en el Parlamento de todos enjuagues que realizó el señor Bárcenas con las perras del Partido Popular, del que era tesorero, y los que escucharon la explicación en la Cámara lta se quedaron con la simpleza explicativa de que Rajoy se había equivocado al creer en el sujeto en cuestión, que todavía está enredado con los dineros de los que, al parecer, hizo mal uso.

hora, con el nuevo asunto de las carreteras, rompió un acuerdo con el Gobierno de Canarias, cuyos ciudadanos se han quedado sin esas carreteras y, se supone, tendrá que utilizar los viejos caminos que están bastante deteriorados con el uso. En resumen, que la región canaria, falsamente disfrazada de comunidad autónoma, va a pagar el pato de este nuevo recorte que la deja sin las vías de comunicaicón que necesita imperiosamente.

Tenemos que rogar que los recortes no se vuelvan a dar en los hospitales públicos, los cuales, con los recortes también de los organismos canarios, están funcionando malamente como pueden. Es el caso del hospital público del Norte, medio funcional y sin paritorio, y el hospital del Sur, que aún está en obras de construcción y no se sabe cuándo se terminará.

Y no podemos seguir con recortes de Madrid más los del gobierno de Canarias, que son añadidos a los que llegan desde allá, mandados por el propio Rajoy.