Que una casualidad que Luis Cansino actuara en Tenerife. Cuando el barítono contratado para hacer "La calesera", del maestro Alonso, canceló, el gran Enrique del Portal lo recomendó para completar el reparto, y casi sin tiempo de ensayo llegó a la isla, pero fue suficiente para un cantante de su categoría, que nos deleitó con una sobresaliente actuación, especialmente con una de las romanzas más bellas del género lírico. Esa que dice: "No me debes olvidar, yo jamás te olvidaré...". Demostró así lo que se ha ganado con los años: ser una de las voces más hermosas de barítono, y un actor consumado.
Posteriormente nos deleitó con su presencia en muchas otras ocasiones. De las más recordadas, en la que demostró su categoría y solvencia, fue una hermosa obra que ya quisiera alguna ópera llegar a la calidad de sus cantables, "La del Soto del Parral" con su famosa romanza "El sembrador". También participó en la "María Adela" de Reyes Barlet, donde se tuvo que aprender unas folías, y muy bien que las cantó, aunque a alguno, al que no merece la pena nombrar, no le gustara y me soltó: "Para cantar unas folías se tiene que haber nacido en Canarias". Soberana estupidez. Por lo visto, para cantar una jota hay que haber nacido en Aragón, o un zorzico en Navarra. Para cantar solo hay que tener buena voz y saber hacerlo, lo demás son tonterías.
Después de venir unos cuantos años seguidos con mucho éxito, tuvo la mala suerte de ponerse enfermo en un ensayo general, por culpa del aire acondicionado que respiró durante una entrevista. Se puso tan malito que el otorrino le recomendó descansar las cuerdas vocales. Apenas cinco horas antes de la función llegó Vicente Lacárcel para hacer el Juan de "Los gavilanes".
Luis nació en Madrid, y aunque de pequeño se trasladó a Vigo, donde comenzó con el solfeo, de vuelta a la capital hizo sus estudios de canto e interpretación en el Conservatorio Superior de Música, dando clases con el gran tenor Pedro Lavirgen. Debutó profesionalmente con "La linda tapada" en el Centro Cultural de la Villa en Madrid, con su famosa romanza "Borrico, anda ligero, anda y no mires atrás...". Nuestro género está plagado de bonitos números que gustan a todos los públicos, y ahí lo demuestran grandes como Ludovic Tésier, que los llevan en su repertorio por toda Europa, o los tenores Juan Diego Flores y Marcelo Álvarez, peruano y argentino, respectivamente, que también interpretan en sus conciertos romanzas muy conocidas de zarzuela, como las rusas de las que hablé semanas pasadas. Tiene un amplio repertorio de zarzuela y ópera que ha paseado por todo el mundo. No para de trabajar, y lo hace tanto en España como en América. En México fue nombrado Embajador Cultural para la Paz en Chiapas, y en los últimos años ha sido habitual escucharlo cantar en Perú o Colombia. Entre sus roles están los más conocidos de "Carmen", "Madama Butterfly", "La Boheme", "Tosca", "Nabucco", "Luisa Fernanda", "La rosa del azafrán", "La tabernera del puerto", "La parranda", "El juramento"... todas con rotundo éxito, pues es un barítono de voz cálida y segura.
Personalmente le tengo un gran aprecio, lo considero una buena persona, y además de disfrutar de su arte en el escenario, siempre he pasado con él veladas inolvidables. Aunque parece serio, es un fantástico contador de chistes. Una noche en el restaurante El Duque, le dimos tanto la tabarra a Manolo que nos dieron las tantas entre romanzas y chistes, era el mejor lugar para cenar después de las representaciones. Casualmente, esta semana me tropecé con Manolo -ya casi no paso por allí porque el bolsillo no me lo permite-, pero también porque es difícil después del desenlace de su hijo, que nos dejó fulminantemente con apenas 40 años, y que siempre estará en nuestro recuerdo.
Narrar la biografía completa de Luis es imposible, no tengo espacio suficiente, pero sí debo señalar que es uno de los grandes, un artista serio y cumplidor con su trabajo, humilde, con los pies en la tierra, y una persona muy querida donde actúa. Le deseo lo mejor, pues se ha labrado una brillante carrera y es un ser muy especial.
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