SE conocen nuevos y muy interesantes datos sobre la financiación de unos sesenta y siete millones de euros que la Unión Europea está dispuesta a donar para emplear en las obras que se están ya realizando en el puerto de Granadilla aunque el presupuesto de los trabajos se eleva a 113 millones, que se completarán con ayudas que aportará el Estado español.

Todo eso fue comunicado al ministro de Industria, José Manuel Soria, quien asistió a la reunión celebrada en Bruselas, lo que supo la presidenta del PP tinerfeño, Cristina Tavío, por una llamada que le hizo Soria desde la capital belga. Y fue Tavío la que destacó la importancia para Tenerife y Canarias del fundamental paso dado con este logro, y expresó su confianza en que, desde ahora, no se producirán más retrasos en las obras al desaprovechar la partida plurianual que aporta Bruselas a la realización. Los 67 millones suponen un impulso clave para la infraestructura, que apenas se ha desarrollado hasta ahora en un 13 por ciento, y la clave está, en estos momentos, en acelerar todo lo que sea posible las obras para contar con el equipamiento que permita el trabajo en el nuevo puerto.

Y ya tenemos, a plazo fijo, un puerto que tanto ha costado llevar a cabo por tener que pasar por obstáculos casi insalvables, como el que alegaron los ecologistas: que afectaba a la probable desaparición de la flora marina de la que se alimentan las especies piscícolas que viven en aquellas aguas, y con la desaparición, igualmente, de un alimento fundamental para el ser humano en esas costas, que es la pesca, lo que, prácticamente, significa la falta de pescados para alimentarse la gente, que muchos solo comerán pescado. La verdad es que, en cierto modo, las familias a las que les faltaba el pescado como alimento tenían razón en su protesta.