La referencia a Canarias cuando se trata del Sáhara Occidental; o la alusión a esa región cuando hablamos de la "proyección territorial" de Canarias es obligada. No solo por la proximidad geográfica entre ambos territorios, sino por el devenir de ambas poblaciones gobernadas por la misma metrópoli. En una breve reseña histórica vemos cómo estos territorios formaron un objetivo conjunto en la aventura africana de España. La inicial proyección hispánica en el norte de África no operó únicamente sobre la costa mediterránea, sino también sobre la costa atlántica del continente africano. La acción española viene preparada por los conocimientos que revelan los mapas de Angelino Dulcert (1339), Abrahan Cresques (1375) y Meciá de Viladestes (1413), fruto de diversas expediciones italianas, mallorquinas (viaje de Jaime Ferrer a Río de Oro en 1346), portuguesas, castellanas o franconormandas. Precisamente por una bula de 15 de noviembre de 1344, el Papa Clemente VI invistió al noble hispanofrancés Luis de la Cerda (biznieto de Alfonso X el Sabio) como príncipe de la Fortuna o príncipe de las Islas Afortunadas, esto es, rey de las mismas.

Este hecho provocó las protestas portuguesas, que alejaron la primacía del descubrimiento, y las de Alfonso XI de Castilla, que alegaba que las Islas habían pertenecido a los visigodos, quienes las adquirieron de infieles, habiendo formado parte de la Mauritania Tingitana, siendo después una provincia goda más (argumentación que formó parte de las famosas "Alegaciones" de Alonso de Cartagena en 1431 en el Concilio de Basilea, a favor de la soberanía de Castilla sobre Canarias). Es un hecho relevante, que ya en 1350 está documentada la presencia de un misionero franciscano en la región saharaui de Cabo Bojador.

La Conquista de Canarias por la Corona de Castilla va a significar un nuevo frente en la proyección africana de España. Y al decir España, debe entenderse Portugal y Castilla. Ya las primeras expediciones dirigidas a la conquista de Canarias (como la de Fernando Peraza, en 1385) no solo se proponían conquistar estas estas islas, sino también entrar en el litoral continental situado enfrente. Los portugueses costeaban el litoral saharaui y hay diversas noticias de expediciones en Río de Oro (1316), Cabo Blanco y Arguín (1445). En 1435 sobrepasaron el Sáhara en su camino hacia la India. Desde 1443 comerciaban y desde 1505 mantenían fortalezas en Agadir o Santa Cruz de Cabo de Guer (que perdieron en 1536). Por su parte, para oponerse a Portugal, Juan II de Castilla concedió, sin perjuicio del señorío ejercido por Peraza en Canarias, al duque de Medina Sidonia la tierra desde el cabo Guer al de Bojador, cuyo litoral frecuentaban sus súbditos.

Dando un gran paso en el tiempo, y una vez consolidada la ocupación española del Sáhara Occidental, Canarias jugaría un papel fundamental como base logística para la presencia española. Hasta tal punto que mucha mano de obra canaria se desplazaba a El Aaiún para trabajar en las minas de Fos Bucrá, por ejemplo.

Ahora, en pleno siglo XXI, cuando Canarias necesita imperiosamente internacionalizar sus empresas y consolidar mercados exteriores, un grupo de profesionales pertenecientes a diversos sectores empresariales hemos decidido constituir la Asociación Canarias-Sáhara en el marco de las relaciones bilaterales Canarias-Marruecos, y recogiendo el legado de la Asociación de Amistad y Cooperación Canario-Marroquí, autorizada el 31 de agosto de 1984. El objetivo fundamental de esa futura asociación -una organización absolutamente apolítica- será, en primer lugar, recuperar las históricas relaciones comerciales y de toda índole existentes entre Canarias y el Sáhara Occidental, antes inclusive de que este territorio fuera colonia española, como corresponde a dos territorios vecinos cuyas respectivas características de insularidad y continentalidad conforman uno de los enclaves geoestratégicos más importantes del mundo, y constituyen un interconectado hinterland natural, cuya cercanía aconseja implementar políticas de complementariedad en aras del desarrollo y bienestar de ambos territorios. Para desarrollar los fines de la futura asociación, se solicitará la necesaria colaboración de los organismos oficiales de Canarias y Marruecos. En este sentido, la Asociación Canarias-Sáhara promoverá campañas de información de cara a la opinión pública, tan mediatizada respecto a esta cuestión, por la opinión publicada. Es intención de los promotores ponernos manos a la obra allá por septiembre.

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