Era el año 1999, cuando en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) el secretario general propuso un pacto mundial entre las Naciones Unidas y el mundo de los negocios. "Diez años después, el Pacto Mundial sigue siendo la mayor iniciativa mundial de sostenibilidad empresarial. (...) El Pacto planteaba a las empresas la posibilidad de adoptar principios universales y asociarse con las Naciones Unidas respecto a las grandes cuestiones. (...) El Pacto Mundial ha pasado a ser sinónimo de responsabilidad empresarial". (Discurso plenario "El Pacto Mundial y la creación de mercados sostenibles", Foro Económico Mundial, Davos, 29 de enero de 2009).

Este pacto pide a las empresas que hagan suyos, apoyen y lleven a la práctica un conjunto de valores fundamentales en materia de: derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción. La fase operacional del pacto se inauguró en junio de 2000 en Nueva York. El fin primordial del pacto es que todos los pueblos del mundo compartan los beneficios de la mundialización e inyectar en el mercado mundial los valores y prácticas fundamentales para resolver las necesidades socioeconómicas. Ban Ki-moon ha pedido a las empresas del sector privado que hagan suyos los diez principios del pacto (cuya relación sería prolijo enumerar ahora) y los apliquen en su actividad.

¿Y qué incidencia tiene en Canarias el Pacto Mundial de la ONU? Pues la verdad es que bastante poca, a tenor de la proliferación de algunas prácticas empresariales poco ortodoxas y menos transparentes con las que convivimos a diario. Es el caso, por ejemplo, de nuestra presencia en el vecino continente. Para entrar en África, aunque somos África, hay que seguir los pasos de lo que ocurre en Occidente, al menos, en la medida en que se pueda. Las empresas canarias, cuando entran en ese ámbito geográfico continental para hacer negocios, se tropiezan de lleno con la corrupción generalizada, la ambigüedad, con tintes oscuros u opacidad. Con asesoramientos extraños y apenas útiles; y pocas son las entidades que realmente saben cómo hacer las cosas bien hechas porque a la red de brokers -más o menos competentes- se unen gentes haciendo intermediación que dejan a los ejecutivos de esas empresas a los pies de los caballos. ¿Cuantas empresas familiares canarias no se han dejado todo y hasta han quebrado por seguir esas agendas de internacionalización que, a la vista de los resultados, de nada sirven?

Según algunos analistas que siguen de cerca el proceso de internacionalización de empresas canarias y sus correspondientes odiseas, en Canarias no hay una crisis sino múltiples crisis. Y es verdad. La confianza de empresas canarias en los mercados africanos se ha debilitado; cuando hasta ahora era al revés: las empresas canarias confiaban en hacer negocios en África continental.

Y a todo ello hay que añadir algo que resulta absolutamente indignante e intolerable: la llamada Casa África se lleva a Barcelona el importante evento "África Energy Forum", que se celebrará en la ciudad condal los días 18 al 20 próximos.

O sea, ese "organismo" que se nos vendió a los canarios como el referente indispensable para hacer negocios en África aquí solo celebra actos menores (conferencias, cinefórum, actos musicales, edición de libros, etcétera), y los grandes acontecimientos donde se pueden hacer negocios se los lleva fuera. ¿Y saben ustedes quiénes están en esa agenda? Pues nadie de las Islas, obviamente. Ni tan siquiera el presidente del Gobierno de Canarias (que tendría que protestar enérgicamente por este despropósito) ni tampoco esos altos cargos que hay en la agenda institucional hablando de África. ¿Y saben quiénes concurren? Pues nada menos que el ministro del Petróleo de Mauritania, Taleb Ould Abdival; el responsable de minas de Namibia, Williem Isaacks; el ministro de Aguas, Energía y Minerales de Botswana, Onkokame Kitso Mokaila; el titular del ministerio de Energía de Ghana, Emmanuelle Kofi; y el ministro de Energía de Burkina Faso (antiguo Alto Volta), Salif Kabore, entre otros muchos.

En total se esperan en Barcelona unos 800 directivos y altos cargos relacionados con la energía y el mundo financiero africano. ¿Qué ha hecho el canario José Manuel Soria, ministro del ramo, para impedir que Casa África ningunee a Canarias, donde tiene su sede, en los asuntos africanos verdaderamente importantes?

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