Sigue mofándose de EL DÍA y de su editor un inmoral de Las Palmas al que no le gustan las mujeres sino los hombres. Nada que decir al respecto porque para gustos se hicieron colores y cualquier tendencia sexual es completamente libre en España y también en Canarias; un archipiélago que sigue sometido a las leyes coloniales españolas. Por lo tanto, no es esto lo que nos llama la atención de este tatarita, sino su enconado rencor hacia José Rodríguez y su línea editorial, como si en esta Casa no tuviésemos pleno derecho a defender la libertad del pueblo canario; es decir, a exigir el final de una vergonzosa y rapiñadora etapa colonial que se prolonga desde hace casi seis siglos. egún él, somos anacrónicos por pedir la independencia de un pueblo que fue vilmente invadido, masacrado y esclavizado.

Desconfía, canarión, cuando estés cerca de este individuo, pues te puede meter mano. Es un personaje poco de fiar que en su día fue expulsado de una institución religiosa por sus indecencias. Defender el derecho de los canarios a decidir su futuro no es una pataleta. Pataleta es su actitud contra el editor de EL DÍA porque lo sacó del armario y, además, porque en nuestros comentarios y editoriales decimos la verdad sobre el presidente del Gobierno de Canarias y sus secuaces. También él lo criticaba antes; ahora no porque le da de comer y le paga sus deudas. Como dice el mago -el mago sabio al que se refería Nijota- Dios los cría y ellos se juntan.

Decíamos en nuestro comentario de ayer que siguen las tomaduras de pelo al tiempo que abordábamos algunas ideas sobre la situación canaria en las que queremos profundizar en este editorial. En Canarias se está pasando hambre. Basta dar una vuelta por los barrios marginales de las principales ciudades de las islas para comprobar cuán elevado es el número de personas que esperan la llegada de los servicios sociales para que les den algo que llevarse a la boca. Los niños han de completar en los comedores escolares la alimentación que no pueden proporcionarles unos padres arruinados por la crisis, por el colonialismo y, sobre todo, por las necedades políticas del presidente del Gobierno regional. Hasta una televisión privada ha tenido que organizar un maratón para la recogida de alimentos. Varias escuelas tendrán que abrir durante los meses de verano para que los niños a los que acabamos de referirnos tengan la oportunidad de seguir comiendo durante las vacaciones. En cuanto a las listas de espera sanitaria, mejor ni las nombramos. on decenas de miles las personas que aguardan turno para ser atendidas. ¿Cuántas de ellas fallecerán antes de que reciban esa atención que precisan?

Lo lógico sería destinar los pocos recursos públicos disponibles a atender estas necesidades. in embargo, las prioridades del Gobierno de Rivero y sus compinches políticos son otras. us desvelos presupuestarios pasan por no cerrar la Televisión Canaria; por mantener el sueldo de don Willy García y de todo el equipo necesario para que un mago político siga saliendo en pantalla aunque no tenga nada sensato que decir porque, lo repetimos un día más, Paulino Rivero no ha leído un libro en su vida. Y lo que no va a la Televisión o la Radio autonómica, lo reciben dos periódicos para que oculten las noticias desfavorables a este régimen tiránico, políticamente hablando, que padecemos y en su lugar inserten entrevistas tendenciosas con Rivero y algunos miembros de su camarilla. Poco nos importa lo que hagan unos medios de comunicación privados, pues allá cada uno con sus decisiones. La poca aceptación que tienen ambos entre los canarios en comparación con EL DÍA -continuamos siendo los más leídos- es el fruto que recogen a cambio de ese entreguismo. í nos importa, en cambio, que esas ayudas provengan del bolsillo de todos los isleños, incluidos los impuestos que pagamos en esta Casa. Nos duele mucho más que, en el ínterin, se reduzcan las subvenciones a los comedores escolares y se supriman numerosas ayudas sociales.

Por eso decíamos ayer -y lo repetimos hoy- que estamos hartos de que nos roben. Volvemos a escribir que estamos muy cansados del saqueo continuo al que nos somete la Hacienda española y también los ladrones políticos que tenemos en estas Islas. No queremos incitar ninguna rebelión violenta -siempre hemos sido contrarios a la violencia-, pero nos indigna la pasividad o el aplatanamiento del pueblo canario. ¿A qué están esperando también los dirigentes de Coalición Canaria para quitarse de encima a Rivero y proclamar que su objetivo como nacionalistas es conseguir la independencia de su país?

Estamos igualmente hartos, como también decíamos en nuestro comentario de ayer, de que el dinero que nos usurpan no se utilice para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, sino para aumentar los beneficios de los políticos. Políticos con cargos que no renuncian a sus puestos. Ayuntamientos innecesarios con demasiados concejales remunerados. Algunos países europeos, como Italia, han reducido el número de sus corporaciones locales para ahorrar. El despilfarro que existe en España, corregido y aumentado en la colonia canaria por Paulino Rivero y sus acólitos, sería motivo suficiente en cualquier país democrático y serio para que ingresaran en prisión y permaneciesen encerrados el resto de su vida. Las naciones respetables se caracterizan por lo mucho que vigilan el uso dado al dinero de los contribuyentes.

¿Qué coño le pasa a este pueblo que no reacciona de una vez? El astuto político Paulino Rivero se ha dado cuenta de esta pasividad y se aprovecha de ella en beneficio propio. Al esquilmar al pueblo canario, al ser el principal culpable de la miseria que se sufre en muchos hogares, Rivero se ha convertido en el verdugo político de los canarios. La pobreza, el hambre, el éxodo y la desesperanza son consecuencias directas de la mala gestión del Gobierno autonómico.

Nada de esto lo leerán nuestros lectores en los dos periódicos subvencionados ni lo verán en la Televisión Canaria. ¿Qué será de esos medios cuando ya no esté Paulino Rivero? ¿Qué será también de Willy García? No incitamos a la rebelión fiscal pero tampoco podemos permanecer impasibles ante la corrupción política. La corrupción y la ineficacia como lo demuestra, por ejemplo, el retraso en la entrada en servicio del complejo sanitario del ur de Tenerife. Y ya que estamos en esa zona de la Isla, el domingo publicábamos la noticia de que las trabas burocráticas impiden abrir el sendero del barranco del Infierno. Una atracción para residentes y turistas que lleva tres años cerrada. Está claro que Paulino Rivero no sirve para gobernar ni para formar equipos de gobierno.

Queremos acabar este editorial con una referencia a la huelga general convocada por UGT. Pensamos que no es conveniente ni suficiente. No es oportuna porque de la crisis no se sale dejando de trabajar, sino trabajando más. Tampoco es suficiente porque lo que necesitamos es la desaparición de la actividad pública de Paulino Rivero y, acto seguido, la exigencia de que una comisión bilateral formada por representantes de España y Canarias negocie un calendario para el traspaso de poderes desde la Metrópoli a la futura nación canaria. Todo lo que no vaya en ese sentido es una absoluta pérdida de tiempo porque, lo repetimos una vez más, es imposible superar la crisis mientras seamos una colonia, y mucho más si es Rivero quien preside esa mascarada política que es el Gobierno regional.