Conocí a Fernando Martín Menis cuando, en compañía de su hermano Adán, acudían ambos al Hospital San Juan de Dios de Tenerife, los domingos por la mañana, para visitar a su madre, que estaba internada. Eran recibidos por el padre Fernando Lorente (q.p.d.), a quien acompañaba este periodista, que era y sigue siendo, colaborador del centro. Fue entonces cuando supe que Fernando era arquitecto, y no lo volví a encontrar hasta que ambos coincidimos en la capilla ardiente de Adán y después no lo he vuelto a encontrar.

Supe más tarde por la prensa que Fernando Menis, como es conocido profesionalmente, accedió a redactar un proyecto de los muelles que configurarán el nuevo dispositivo portuario de la ciudad del Puerto de la ruz y que ocupará el mismo espacio donde se ubica el dispositivo actual. Y este periódico da cuenta de algunos detalles del proyecto, que comprende un puerto propiamente dicho y un parque marítimo formado por una gran piscina navegable que sirva de enlace entre el núcleo de la ciudad y lo que fue el puerto y además cumpla las funciones de parque marítimo. Marca el proyecto, asimismo, que se incorporarán nuevos servicios como un helipuerto, un mercado, restaurantes flotantes, área comercial, nueva playa, parque deportivo, un jardín iluminado, zona propia de atraques y varias atracciones más cuya relación hace muy largo este texto y no sabe uno si lo que lee son cosas de Jauja trasladadas al Puerto de la ruz.

No sé hasta donde han llegado los trámites de adjudicación de las obras, que cualquier responsable firmaría hasta sin leerlo. Pero es indudable que las cosas van por buen camino y la gente del Puerto no puede darles la espalda ni se concibe que se desperdicie semejante ocasión que transformaría positivamente la ciudad y la haría más atractiva para el turismo, que, precisamente, ha experimentado una baja importante.