En el Heliodoro, por obra y gracia del pase del amigo Ivan y casi en mi asiento de siempre, por la sombrita de Anfiteatro donde viví aquellas gestas históricas del representativo en Europa, que cuando cerraba los ojos volvían a reaparecer inconscientemente en la retina, tuve la ocasión de observar el grandioso espectáculo centrado en la cantera. Con mucho mérito, decenas de equipos benjamines, alevines, cadetes e infantiles engalanaban como una marea roja, naranja o multicolor la grada alta de San Sebastián por donde yo de chico había pululado más abajo con toda la ilusión del mundo.

Eso hace mella, los colores se interiorizan, la identidad aparece en un ámbito deportivo plagado de valores y referencias competitivas para los críos. Cientos de niños con sus respectivos y generosos responsables padres, que no pararon de animar al equipo. Un verdadero lujo. Se oían sus vocecitas: "¡Tenerife!, ¡Tenerife!...", endulzando el trago amargo que nos deparaba la soporífera tarde. Después, en el descanso saltaron también al campo vestidos de azul las cadenas de filiales directos del Tete, los juveniles y el aficionado. Una verdadera fiesta, de la que hay que sentirse orgullosos.

Allí estaban también, por supuesto, los descamisados, duros e irreductibles componentes del Frente Blanquiazul. La vanguardia de choque de este ejército ahora en estéreo con la muy animosa Curva Zuppo en Herradura. Qué grandes son. Más quemados que la pipa de un indio y escudados tras sus estandartes tipo Pánzer, llegan a ser temibles. El pasado domingo, con forma de tambor y consigna desafiante: "¿Cómo no te voy a querer... cobrar?", "Concepción dimisión"; a la hora de los enfrentamientos finales para el ascenso y a la hora de insuflar ánimos no fallarán, jamás lo hicieron.

En este estadio de sobrada categoría y auténtico hueso duro, yo me atrevería a decir que de titanio, nada menos que con casi once mil incondicionales a sol rajando en las gradas, lo de menos fue el partido. ¡Vaya una caca! Además, ya lo olvidamos.

En el primer tiempo se luchó en el centro del campo pero con el equipo metido atrás. Sinceramente, no sé dónde, pero muy atrás, mucha filigrana y solo Ayoze intentando armar alguna pobre punta. En el segundo tiempo voluntad, detalles, toquítos, alguna combinación, un arrebato de timbre, pero mejor pensar que fue una prueba. Ya no nos jugábamos nada, solo la honra de un campeón de grupo. Acostumbrados a sufrir podemos tomarlo como otro espejismo, como el de bajar a Segunda B.

Lo importante es que los jugadores van a contar con la oportunidad de hacer justicia, de devolvernos a la historia, de compensar a esta afición, que se merece algo mejor. Llegó la hora de la película de Mel Gibson "Braveheart", basada en la vida de William Wallace, un héroe nacional que participó en la Primera Guerra de Independencia de Escocia: "Todos morimos, lo que importa es el cómo y el cuándo", "luchad y puede que muráis. Huid y viviréis.... un tiempo al menos. Y cuando estéis en vuestro lecho dentro de muchos años, ¿no cambiaréis todos los días desde aquí hasta entonces por una oportunidad, solo una oportunidad, de volver a este momento y decir a nuestros enemigos: pueden quitarnos la vida pero jamás nos quitaran...¡¡la libertad!!".

Pues igual, emulando al CB Canarias Iberostar de este año, que parecía estar condenado a pelear por el descenso y que en su espíritu guerrero tan solo por una miserable canasta casi que no se mete en el play off.

El objetivo es que no acabemos como a la salida del Tenerife-Alcalá, 0-1, en Exposaldo. Vendiendo duros a peseta. Que por cierto, tremenda cantidad de gente con bolsitas naranja. El evento dedicado a la liquidación, ofertas, remates o saldos se ha convertido en un polo de atracción exitoso. Nació hace nueve años con el objetivo de facilitar la reducción de stocks, la rotación de productos y favorecer la venta de exceso de productos en stock de los comercios canarios y se ha convertido en uno de los eventos con más afluencia en las Islas.

La feria no sólo sirve para liquidar, sino también para dar salida a productos, incluso de novedad, a un precio más reducido, y adelantarse a las rebajas. En esta feria con secciones desarrolladas con el paso de los años se pueden encontrar productos de todo tipo: textil, complementos, calzado, electrodomésticos, juguetes, decoración, menaje, vehículos de ocasión, etc.

Y en Exposaldo me planté aunque me fui y no aguanté, porque me incomodaban las piernas de la media maratón en la que hice la versión corta de cinco kilómetros y en la que una chica me pidió que pusiera que con el calor que hacía era un crimen planificarla para las cinco de la tarde. Promesa cumplida, Vanessa.

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