No se cansa un político insignificante, como lo es el presidente del Gobierno de Canarias, de decir tonterías. Hablamos de Paulino Rivero siempre como político y nunca en su aspecto personal, pues en los asuntos de su vida privada no nos inmiscuimos. A veces viene alguien a contarnos esto y lo otro de su vida privada. En esos casos siempre hacemos oídos sordos porque ni nos interesan tales pormenores, ni son de nuestra incumbencia.

Consideramos que el pueblo tiene todo el derecho del mundo a manifestarse contra los políticos, inclusive de forma airada. Lo que no nos parece bien es que se haga ante sus domicilios porque en ese caso, como decimos, se invade el ámbito de su intimidad. Hay lugares más adecuados para expresar dichas protestas. En el caso del presidente regional está, por ejemplo, el edificio de la Presidencia del Gobierno y también el Parlamento de Canarias, que es una institución digna convertida en un antro político por muchos de los que se sientan en sus escaños. El día, ya no muy lejano, en el que Canarias sea una nación soberana, el Parlamento recobrará la dignidad perdida porque las leyes que se aprueben en él serán hechas en Canarias, por canarios y para los canarios.

En la actualidad, el Parlamento está degradado políticamente por la presencia de diputados como Rivero, Barragán y otros. o queremos hablar del PP y del PSOE porque son partidos estatistas que deben obediencia, por propia naturaleza, a sus cúpulas directivas, que están en Las Palmas y en Madrid. Sabemos que poco o nada podemos esperar los patriotas canarios de los populares y socialistas.

En la Canarias libre y soberana que tendremos en el futuro habrá formaciones políticas de todo el espectro ideológico, pero con el denominador común de ser netamente canarias. ada que objetar, por lo tanto, sobre el comportamiento de estos partidos españolistas. Lo increíble es que los falsos nacionalistas de Coalición Canaria le hayan dado la espalda a un pueblo que prometieron defender sobre todo frente a los intereses foráneos. Y España es un país extranjero para nosotros, los canarios, porque Canarias no es España.

Paulino Rivero no es digno, políticamente hablando, de seguir en el puesto que ocupa. Tampoco lo es su esposa, a la que también nos referimos como persona que ocupa un cargo público (actualmente es concejal en el Ayuntamiento de Santa Cruz) sin entrar en su vida particular. De igual forma, tampoco son dignos de ocupar cargos públicos los compinches políticos de esta pareja, que son muchos pese a lo cual están perfectamente identificados.

El calificativo más suave que podemos emplear para Rivero es de gangochero de la política. o hablamos de las gangocheras honradas, como lo fue su madre y lo es también la gangochera Paulina -qué casualidad-, que vuelve a La Laguna a vender huevos y otros productos del campo. Rivero es un tramposo de la política. Un gangochero, lo repetimos, que trata de confundir hablando de colonialismo en lo referente a las catas de Repsol. ¿Colonialismo? A buenas horas se entera este necio político de que somos una colonia en todo y para todo. ¿Cuánto tiempo y cuántas ocasiones ha tenido él para exigir la independencia de Canarias y no lo ha hecho? ¿Por qué no ordena que lo haga la representante de su partido en Madrid, en vez de seguir jugando a la política pura?

o lo hace porque Rivero es un político insignificante por su tamaño y por su careto. Decimos esto porque tenemos derecho a expresar lo que pensamos. Y pensamos que el presidente del Gobierno regional y sus acólitos han causado muchísimo daño a estas Islas. Es cierto que el Gobierno de España, como máxima autoridad del país que nos coloniza, es responsable en gran parte de lo que le está ocurriendo a este Archipiélago. Sin el yugo colonial español ya no estaríamos en crisis. Pero no lo es menos que el gran culpable del hambre, la miseria y hasta la peste de estas Islas es Paulino Rivero.

Hoy, Primero de Mayo, es el día señalado para que el pueblo y los trabajadores salgan a la calle a protestar por la difícil situación de cientos de miles de familias isleñas. Sabemos que habrá manifestaciones porque están anunciadas. ¿Cuándo saldrán a la calle los sindicatos con el mismo ímpetu a exigir la independencia de esta tierra?