Este término, "crisis", nació en Estados Unidos, inoculado a todo el mundo occidental y convertido en la gran excusa utilizada por una serie de expertos en economía escondidos en bibliotecas prestigiosas, asidos a decepciones inesperadas y rechazando baños de humildad para asimilar errores y rectificaciones.

El modelo impuesto a España por Europa obligó al equipo económico de Rajoy a hundirnos en el fracaso. Un modelo basado en una superausteridad tan austera que se ha logrado, en apenas un año, conducir al país a la pobreza, el paro y el hambre. 6.200.000 parados es la nueva cifra del indicativo de la ruina. Encubrir una montaña de yerros, al más puro estilo Zapatero, nos ha llevado a cargar una mochila con deudas endilgadas por la banca (del 6,9 al 10,6%). Ese equipo se ha dedicado a modelar un minucioso plan de saneamiento para los agujeros bancarios, olvidando al estupefacto contribuyente, esquilmado salvajemente.

Los beneficios de las entidades financieras aumentan (no es lo mismo dejar de ganar que perder) y Hacienda no puede echar abajo el muro de los insultantes blindajes de los consejos de administración. El IVA y el IRPF comprimen el consumo, las empresas no venden, cierran y los empleados a la calle. No se origina ningún puesto de trabajo porque la usura de la banca sólo está enfocada a los desahucios y al atasco de préstamos a las pymes, que son las únicas que pueden mover el mercado, crear empleos y que el consumo se espabile.

Como ejemplo de esta política naufragada del Gobierno Rajoy, la pasada semana se celebró el Día Internacional del Libro. Pues bien, el IVA implantado por los "populares" en España es del 21%. En Luxemburgo, del 3%; y en Francia, del 5%. Este es el apoyo y respeto que la derecha española tiene hacia una importantísima parte de la cultura, como es la lectura de un libro... y no la de un tocho de deberes y haberes. Estos últimos temas mejor dejárselos a Bárcenas, no vaya a ocurrir que un día, por esas cosas de la vida, los máximos dirigentes del Partido Popular queden con las vergüenzas al aire.

El titular de este artículo es, evidentemente, negativo. Pero también refleja una situación del vergonzoso papel que nuestro país juega hoy en el mundo occidental. Resulta que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha tenido que rectificar, y con él todo el Gobierno, sobre un descenso del PIB, que había previsto en el 0,5% . El Fondo Monetario Internacional, una vez más, les ha llamado la atención, comunicándoles que esa asunción de la obligación será del 1,5%, es decir, ¡tres veces más! de lo previsto.

Estamos atravesando un hartazgo total, entullados por las mentiras. En el último "viernes de dolores" salieron a flote otros engaños: el IRPF se prorroga hasta el 2015, es decir, lo contrario a lo prometido por Rajoy; será imposible frenar las cifras del paro... ¡en esta legislatura! A este desastre lo definen como "reordenar las cifras" ¿Se puede confiar en un Gobierno así? En román paladino:¿sirve o no sirve? La herencia recibida ya no es coartada.

Lo malo de todo esto es que los ciudadanos de a pie no tienen opciones, salvo el partido de Rosa Díez... aún bastante verde. Los socialistas-obreros andan por ahí haciendo el ridículo, olvidando que al pueblo le cuesta arrinconar los males. Deberá transcurrir mucho tiempo para que todo lo que huela a históricos felones con Pablo Iglesias se aleje, definitivamente, de la política española.

Con este Gobierno seguirá el estancamiento. El viernes se olvidaron de la apertura al crédito. Al contrario, más protección a la banca y a la usura. Desde Europa han aplaudido las nuevas medidas, y Rajoy, ante Merkel, continúa practicando la genuflexión más ignominiosa. Ignora el alquiler social y la dación en pago, aunque son moneda de cambio en los países de la eurozona. ¿Qué demonios ocurre en España cuando hoy mismo se producirán, seguro, más desahucios?

El presidente canario parece que ha sintonizado en esta frecuencia, pero se encontrará con muchas interferencias regionales. 386.000 parados en Canarias.

La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, omite la nueva, joven y forzada emigración y la sustituye por "movilidad exterior". ¿Hay quién dé más? No.