PASADOS pocos días del descubrimiento y posterior denuncia de la Audiencia de Cuentas a la Radiotelevisión Canarias por las irregularidades presuntamente cometidas por su director, Guillermo García, nombrado y protegido por el presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, vemos, por fin, al señor García, como dice la gente, con una pata fuera del ente público radiotelevisivo, que ya era hora después de las anormalidades de carácter contractual supuestamente cometidas por García con las bendiciones y la protección presidencial a toda costa.

Pese a las barbaridades de saltarse normas y reglamentos por parte del señor García, está respaldado por Rivero. Pero ahora la cosa no queda ahí, porque el diputado del Partido Popular Victor Moreno lo responsabilizó de las supuestas irregularidades contables detectadas por la Audiencia de Cuentas en la gestión de Radiotelevisión Canaria y exigió, como mal menor, la dimisión del director Guillermo García. El que así informó e intervino en el asunto fue el portavoz del partido en materia de Comunicación, que es un cargo influyente, que se considera el "principal valedor" del director general del ente público, Guillermo García. En declaraciones a la prensa, después de que se diera a conocer el proyecto de informe de fiscalización de la gestión de RTVC en relación a los contratos suscritos por el ente entre 2007 y 2011, el diputado Moreno dijo que es Rivero quien aún hoy mantiene en su cargo a García y subrayó que la Audiencia de Cuentas constata las presuntas irregularidades que el PP ha venido denunciando y que tanto CC como PSOE han obstaculizado.