Sí, ¡¡bravo!!, porque el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna Bermúdez, se ha lucido en Madrid, participando en el Foro ABC, donde ha dejado constancia de su "lealtad y sumisión a la patria", como corresponde a un fiel militante de la franquicia canaria del fundamentalista PP, el partido nacionalista español que ahora gobierna España; y como es ya común en un canario al servicio de la metrópoli, para perpetuar "sine die" la artificiosa e impuesta, por las fuerza de las armas, "españolidad de Canarias".

Y como ahora parece estar de moda intervenir en diferentes medios de comunicación escritos o audiovisuales (José Manuel Soria era contertulio habitual del famoso programa televisivo "El Gato al Agua", del Grupo Intereconomía, que le servía de tribuna mediática), al presidente del Cabildo grancanario lo invitaron a un desayuno informativo organizado por el citado Foro de ABC (que igual que El Mundo, La Gaceta y otros son afines al Partido Popular) en la capital del Reino de España, en el que fue presentado por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en el que el presidente de la Corporación insular grancanaria reivindicó que los cabildos insulares "asuman más competencias" de la comunidad autónoma, por lo que consideró que estos no solo deben subsistir en el contexto actual de crisis, sino que deben ser "reforzados".

En su intervención, a la que asistió el ministro español de Industria, Energía y Turismo, el criollo de Telde, José Manuel Soria, y el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, Bravo de Laguna defendió el papel de los Cabildos en la conmemoración de su centenario, oponiéndose así a los que apuestan por su desaparición. En este sentido, ha dicho que el Ejecutivo canario "no debe tener más de seis consejerías, ocuparse de los temas de sanidad y educación", y que el resto de competencias pasen a ser gestionadas por los cabildos insulares. Bravo de Laguna señaló también que el modelo administrativo de Canarias está todavía "inacabado" ya que, según resaltó, no se ha completado el proceso de descentralización de competencias de la comunidad autónoma canaria hacia esas instituciones insulares.

Asimismo, el presidente del Cabildo grancanario, en una exaltación de fervor patriótico, dijo en su intervención que si hubiera petróleo cerca de las costas canarias, habría ido "Dios a ver" tanto a Canarias como a España, porque ello supondría "riqueza" y "no se puede dar la espalda a la riqueza". Bravo de Laguna, ante la presencia de su jefe, Soria, que defiende el expolio y el saqueo de los supuestos yacimientos petrolíferos en aguas canarias (que constituyen un recurso natural de los canarios exclusivamente), dijo al respecto que "es un debate mal enfocado por quienes se oponen a que encontremos riqueza petrolífera en las Islas", en clara referencia a los presidentes del Gobierno canario y de los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura.

En su intervención, Bravo de Laguna se refirió a los posibles beneficios económicos que tendría para Canarias el hallazgo de bolsas de petróleo en aguas cercanas a las islas de Lanzarote y Fuerteventura (¡que, repito por enésima vez, estarían localizados en lo que sería la ZEE de Marruecos, mientras no se trace la mediana entre el Archipiélago canario y el Estado ribereño). Bravo de Laguna comentó, por su cuenta y riesgo, y sin tener ni puñetera idea del tema, que "si la bolsa se encuentra situada entre la zona entre Marruecos y Canarias (¿dónde si no?) podría ser pinchada desde Marruecos, de manera que tendría los mismos riesgos medioambientales" (¡lo que es rigurosamente cierto!) y encima Canarias y España se quedarían sin el petróleo (lo que es una verdad a medias, ya que los yacimientos de hidrocarburos localizados en aguas adyacentes entre Canarias y Marruecos serían propiedad conjunta canario-marroquí, ¡¡no española!!, y, por tanto, compartidos justa y equitativamente). Bravo de Laguna insistió en que "convendría desarrollar el proyecto, no oponerse a él y esperar a ver las consecuencias", al tiempo que pidió que las "garantías medioambientales" fueran "extremas", poniendo como ejemplo las extracciones petrolíferas en el Mar del Norte por parte de Noruega. Subrayó que si se encontrase una bolsa de hidrocarburos "supondría una enorme riqueza para todo el país (refiriéndose a España) que tendría menor dependencia energética de otros países (dando por sentado que Marruecos va a permitir las previstas e ilegales prospecciones).

Pero la perla de la disertación de Bravo de Laguna en el Foro ABC, donde según las crónicas criticó que la inversión en las Islas (léase en la colonia) sea inferior a la media del Estado español, fue cuando, en un enfervorizado sentimiento españolista, pidió al Gobierno español, "desde un inequívoco patriotismo", la "sensibilidad" que tuvieron los Reyes Católicos al dar a Canarias un "tratamiento especial" por su realidad geográfica. ¡¡Una de las mayores barbaridades que he oído decir en mi vida a un político!! Máxime, tratándose de una persona supuestamente ilustrada, que además es abogado, y que ha ocupado diferentes e importantes puestos de responsabilidad.

El señor Bravo ha tenido una torpe e inmensa laguna mental, absolutamente increíble para cualquier canario que conozca medianamente la historia de su tierra; y que ha constituido, al mismo tiempo, un intolerable insulto a la inteligencia de todo patriota canario que se precie, así como una grave ofensa a nuestra dignidad como pueblo descendiente, en mayor o menor medida, del pacífico, laborioso e inteligente pueblo aborigen que ya habitaba el Archipiélago canario mucho antes, inclusive, de que España existiese como tal nación a partir de la conquista de Granada por esos llamados indebidamente Reyes Católicos, en 1492, y que ahora añora Bravo de Laguna; que, por otra parte, tiene nombre de conquistador como los que en su día cometieron las masacres y tropelías en la conquista y evangelización de nuestra querida y amada patria canaria.

Precisamente, bajo la égida de esos monarcas tan despreciables y despiadados, que permitieron que nuestros antepasados fueran vilmente masacrados, cuando no vendidos como esclavos. Unos reyes anticatólicos que, como ya se ha escrito en un comentario de este mismo periódico, consintieron las barbaridades del Tribunal de la Santa Inquisición y con cuyo patrocinio se conquistó y evangelizó América (desde las Islas Canarias, precisamente), y de cuyos crímenes de lesa humanidad, ¡¡que no han prescrito!!, España es responsable subsidiaria y, en consecuencia, tendrá que rendir cuentas al Tribunal Penal Internacional. En primer lugar por Canarias, la primera y más antigua colonia del mundo; y en segundo lugar por Latinoamérica, que no han sido todavía desagraviada ni indemnizada.

Así que, a la vista de la "petición" del señor Bravo de Laguna, hemos de convenir que no se puede caer más bajo: es inconcebible que el ser humano sea capaz de arrastrarse tanto, en una denigrante y alienante sumisión; y por mantener privilegios y prebendas, heredados de la odiosa conquista, están obligados a ser tan serviles y sumisos.

El señor Bravo de Laguna, que al parecer no puede sustraerse a su patología cleptómana (recuérdese el bochornoso episodio del famoso pijama en unos grandes almacenes londinenses), en esta ocasión, y para quedar bien con sus amos españoles, le ha hurtado a los canarios su verdadera historia, tergiversándola y acomodándola a los bastardos intereses coloniales de esa España decrépita y decadente, reitero una vez más, que nos arrastra inexorablemente al abismo si este pueblo no reacciona de una vez.

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Ramón Moreno