EL CONCIERTO de la búsqueda de agua continúa en el CEIP Las Mercedes. Con toda su amalgama de sonidos, ruidos y silencios. Es una obra que se está interpretando tras largos años de gestación. Cual si hubiera sido una sinfonía, cuenta con sus movimientos.

El primer movimiento de esta "obra acuática" se gestaba en la década de los 90 del siglo pasado. Era el Consejo Insular de Aguas quien indicaba en qué lugares se podía desarrollar esta sinfonía. Corría el año de 1997 cuando definía en el "pentagrama" el punto exacto, cual si de un acorde se tratase, en el que producir aquellos sonidos para la pretendida extracción: había de ser en las inmediaciones del que fuera terrero de lucha lagunero.

Tras un lapso de "meditación", que constituyó el segundo movimiento, es el Ayuntamiento lagunero el que decide darle forma al tercer movimiento estableciendo una variación al tema que constituía el primer movimiento: decide saltarse aquella indicación del Consejo Insular de Aguas y que la pretendida extracción se desarrolle en el patio del CEIP Las Mercedes.

El cuarto movimiento arranca del tema que constituye el tercer movimiento. La asociación de madres y padres del centro, con el Consejo Escolar, inician un "crescendo" de protesta por lo que aquello implica para el colegio. El concejal responsable de la cosa, Sr. Abreu, trata de poner sordina con variaciones oclusivas y/o eufemísticas, con pretendida cadencia que otorgue carácter conclusivo a la sección final de la frase musical. Las perforaciones se inician y desarrollan con toda su amalgama de sonidos, ruidos y demás incomodidades que afectan a alumnos y docentes de aquel CEIP.

Creíamos que don Javier Abreu, primer teniente de alcalde, había dado por concluida la partitura. Pero no, faltaba la coda: don Javier Abreu es "concejal delegado en la empresa mixta de abastecimiento de agua de La Laguna", Teideagua. Es la empresa que, al decir de otro concejal, Sr. Viciana, "lleva ocho años sin resolver el problema de la calidad del agua que sale por el grifo de los miles y miles de abonados". Es la empresa de la que cobra don Javier Abreu, según su decir y que podíamos leer el pasado día 21 en este periódico. ¿Acaso es por esta razón que el Sr. Abreu escribió con tenacidad el cuarto movimiento de esta "sinfonía acuática"? ¿Acaso fuese por asegurarse un puesto "digno" en la citada empresa cuando deje de ser concejal?

Deseo terminar esta columna de hoy con una coda estrambótica respecto de lo anteriormente tratado. Pero con una cadencia que me sale de lo más profundo, para manifestar públicamente mi reconocimiento y agradecimiento al servicio 112 y al equipo de Urgencias del HU Nuestra Señora de Candelaria, que, en la mañana del día 19, con su diligencia, rescataban a mi esposa del abrazo de la Parca. Agradecimiento que se extiende al equipo de la planta de Cardiología y al equipo quirúrgico, sea cual fuera el próximo resultado, porque habrán hecho todo lo que su vocación y profesionalidad les confiere para la reparación de aquel deteriorado corazón.