1.- Si no fuera por la dimisión de JulioPérez no habría noticias que comentar, harto como está uno del calor. Desde los digitales tienen frito al pobre Julio, buscándole las razones de su marcha. ¿Es que nadie se cree que todo ha sido porque hace falta en su despacho de abogados, ahora que las cosas van fatal para todo el mundo? Maldita la gracia que le hacía a Julio seguir en el Ayuntamiento, repito que administrando la miseria. A Bermúdez se le ha puesto ahora cara de crisis. Tiene la oportunidad de cargarse como concejal de Urbanismo a un tal JoséÁngelMartín, que no tiene ni zorra idea de urbanismo y que todo lo complica. No se mueve ni un papel allí donde él pisa. Entra un buen tipo, TinoGuzmán, una persona seria y un socialista cabal. Y ya ustedes saben quiénes se van, Mónica y Arocha, con lo cual correrá la lista sociata. En fin, una remodelación en toda regla. Para Bermúdez es bueno, aunque tendrá sus dificultades si quiere seguir gobernando con el PSOE, que parece que sí. Me da que Bermúdez no termina la legislatura, pero no tengo datos sino que es una apreciación personal.

2.- La imbecilidad municipal se hace insoportable y más con esto de los termómetros al rojo. Coño, que no bajamos de los treinta grados. Yo tengo tal nivel de agobio que no sé si voy a resistir dos veranos seguidos, como los que estamos sufriendo. Los chicharreros no regresaban de La Laguna hasta después del Cristo. Hace rato que se celebró el Cristo y esto no refresca. Y en cuanto a la política, de la que no me gusta hablar, ojalá que JavierAbréu logre ganar el sábado en el congreso de los socialistas tinerfeños. Dicen que los otros dos candidatos, el villero y el de Vilaflor, se van a unir. Ello habla de su poca talla.

3.- De un tiempo para acá, y sin duda por falta de liderazgo en general, los socialistas están en pie de guerra, no se llevan bien los unos con los otros. Ya sé que esto ocurre hasta en las mejores familias, pero la imagen que dejan no es buena. Es que se aburren mucho y patalean no poco si no gobiernan. Bono, que no se aburre, acaba de publicar el primer tomo de sus diarios. Una anécdota del libro: El rey JuanCarlos, CarlosdeInglaterra y DianadeGales visitan Toledo, con Bono de presidente de Castilla-La Mancha. Pancarta sindicalista por fuera de la catedral: "Lady Di me toca el pirulí". Bono le pide perdón al rey por aquello y éste le responde: "No te preocupes, el príncipe Carlos me ha preguntado por lo que dice la pancarta y yo le he contestado que "Gibraltar español". Genial el rey.

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