1.- Yo estoy con la vieja de Borja (Zaragoza) que, armada de un pincel, entró en una iglesia de este pueblo y "restauró" un cuadro de GraciaMartínez, de principios del XX, convirtió un Cristo en una Virgen barroca y mejoró bastante el deteriorado lienzo expuesto en el templo. Es muy probable que la señora haya visto la película de RowanAtkinson en la que Mr. Bean, su personaje, a la sazón conserje de un museo británico, es enviado a Los Ángeles como falso experto en arte para asesorar la compra del cuadro "La madre de Whistler" (1871), del pintor JamesMacNeillWhistler. Después de una serie de disparatadas aventuras, Bean acaba llevándose a su país el cuadro original, destrozado, con el rostro de un muñeco de cómic en vez de la cara de la madre del artista americano y colocando en el museo, como obra original, una lámina barnizada por el propio Bean, que finalmente sale airoso del lance. Bueno, pues en Borja, la señora, que no tiene puta idea de restaurar cuadros, agarró el pincel y sustituyó la cara del Cristo por la de una Virgen, cuya nariz se parece a la de BelénEsteban y que luce, en su nueva versión, el pelucón de Nina, la de Operación Triunfo.

2.- La gente de Borja anda caliente como un soplete y quería darle un escarmiento a la vieja; pero, mirándolo bien, el cuadro mejora. En la Red ha sido tal el cachondeo que circulan lienzos del Cristo de Gracia con la cara de Paquirrín. Si les digo la verdad, también Paquirrín queda bien en la tela. Claro que igualmente aparece en la Internet una réplica de "La madre de Whistler" con una hermosa pierna de AngelinaJolie saliéndole de la falda plisada. Hay personajes a los que les gusta aparecer en los retablos, como RicardoMelchior, que figura plasmado, cual santón, en una iglesia de Santa Cruz, me parece que en la de Los Gladiolos, rodeado de querubines, uno de los cuales se me parece con ÁngelLlanos y el otro con el señor Bermúdez.

3.- Este calor pone loca a la gente, así que no me extraña lo de la vieja y atrevida pintora. Los expertos dicen que será muy difícil practicar una especie de operación de sexo al cuadro para devolverle su masculinidad; y el lienzo morirá con su personaje convertido en la Virgen, versión vieja carrucha. Dios mío, vuelve la España negra, la España en que cualquier español se cree Mr. Bean. No le den la idea al imbécil de SánchezGordillo porque es capaz de subirse a su altar de Almonte y colocarle la bufanda palestina llena de ladillas culeras a la Virgen del Rocío. Pues, sí, vuelve la España negra del botijo y el odio al señorito. Qué ilusión.

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