ES LAMENTABLE el sectarismo de esta televisión, y sus noticieros son un claro y contundente portavoz del señor Rivero y sus compañeros de Coalición Canaria, donde "Canarias es lo nuestro", es el patio de su casa, que es muy particular, que aunque llueva y no se moje, ellos siempre mandarán. Pero no quiero hablar de la política, me cansa; mi comentario irá destinado precisamente a las televisiones autonómicas.

Soy claro y contundente, y me pronuncio en contra de estos órganos publicitarios, innecesarios y costosos. Según el ABC del 27 de julio, este año las autonómicas costarán más de mil millones de euros, solo para satisfacer el ego de los que mandan en sus respectivas comunidades. La canaria cuesta 38 millones de euros; la catalana, 260; la vasca, 128; proporcionalmente a la población, la más barata es la madrileña, 59. Un despropósito más de esta pila de ineptos, engreídos, inútiles y aprovechados de un país cuyos habitantes no han asimilado todavía lo que significa la palabra democracia, por lo que todos somos culpables. Parece mentira que a estas alturas siga existiendo una derecha y una izquierda, a las que nos les bastó una contienda civil que costó tantas vidas y sufrimiento a la nación, y los dos bandos sigan sin dar el brazo a torcer, a pesar de hacer más de treinta y siete años que murió el general. Si Felipe González no hubiese descabezado el Ejército, con la situación actual de hambre y miseria, seguramente tendríamos otro general mandando, algo difícil de asimilar aunque existan voces que creen que es la solución.

Volvamos a las televisiones. En esta isla ya existen emisoras que trabajan con dignidad y escasos medios. Se ocupan mayormente de temas locales, y creo que no reciben ayuda estatal. Entiendo que debe existir una tele para los canarios, pero con contenidos educativos, culturales, deportivos, que defienda nuestros signos de identidad, y por supuesto con un noticiero para tenernos al día de lo que pasa en las ciudades, en el Estado y en el extranjero, dirigida por profesionales imparciales, no estómagos agradecidos, o por el sectarismo de Rivero y los suyos, que siguen echando la culpa de todos nuestros males a Rajoy.

En esta tele autonómica que ha inventado, echo mucho de menos contenidos más artísticos, monográficos dedicados a la música, clásica o moderna, ópera, zarzuela, folclore, teatro, danza, pintura, escultura, cine..., manifestaciones hechas en Canarias por canarios. Solo hay un afán de gasto, de entretener con absurdas telenovelas o programas de dudosa y escasa calidad y sin contenido. Tampoco hay dedicación a la educación, no selectiva ni sectaria, simplemente de comportamiento, tan necesaria como el comer; se premia la incultura y los cinco minutos de fama.

Ya tenemos una televisión pública estatal, con dos canales, a lo largo y ancho de la geografía patria, en la que tampoco hay defensa de los símbolos. Permiten que la bandera sea vituperada en algunas comunidades, y sus políticos solo piensan en ser soberanos e independientes, a costa de los demás. Como dijo la gran Nati Mistral, el otro día en Intereconomía: "País de lerdos y acomplejados, donde la derecha solo piensa en amasar dinero y la izquierda en despilfarrarlo".

Basta ya con tanto derroche, paguen de su bolsillo una radiotelevisión que solo sirve para hacerse publicidad. La "nuestra", señor Rivero, debe ser democrática y educativa, y con menos de la tercera parte de lo que gastan en ella funcionaría perfectamente.

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