COMO yo mantengo una buena relación de amistad con los miembros más significativos de la colonia marroquí en Las Palmas, y en toda Canarias, el viernes pasado tuve la oportunidad de conocer por mediación de mi buen amigo Mbarek Tamessouct, representante para el Archipiélago del operador turístico marroquí El Sahariano Travel, a dos brillantes mujeres marroquíes: las señoritas Dina Zerbani y Houda Chiheb, ambas de Tetuán, que son todo un ejemplo para todas las mujeres marroquíes, por cuanto se refiere a sus dotes personales, su afán de superación, constancia, laboriosidad y la gran aplicación que muestran en sus correspondientes estudios que ejercen en la Universidad de Las Palmas (ULPGC), con gran aprovechamiento.

Estas dos magníficas estudiantes forman parte, junto con otros muchos, de los planes de cooperación de Canarias con países de la zona. Son estudiantes del continente africano que han sido seleccionados para acudir a la ULPGC a realizar estudios de posgrado gracias a la primera convocatoria del Programa Becas Canarias-África, puesto en marcha por la Dirección General de Relaciones con África del Gobierno de Canarias con las dos Universidades del Archipiélago. Este programa está gestionado por el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales e Institucionales de la ULPGC a través del Centro Universitario de Cooperación Internacional para el Desarrollo (CUCID). Para todos ellos es una experiencia única que, a pesar de separarles de sus familias durante un año, les ayudará, en cambio, a ampliar sus conocimientos para aportarlos a sus respectivos países.

Dina Zerbani, que ya lleva cuatro años entre nosotros, llegó de Marruecos con tan solo 24 años. Estudiaba en la Universidad de Tetuán y, como hizo su hermana hacía dos años, quiso salir de su país para ampliar sus estudios. Gracias a la beca que consiguió, dado su brillante expediente académico, pudo llegar a la ULPGC para cursar el Diploma de Estudios Avanzados de Ingeniería Ambiental y Desalinización, que mejorará sus estudios de Biología Aplicada y Medio Ambiente. Antes de venir a la Isla estuvo estudiando español intensamente durante tres meses, idioma que habla y escribe correctamente. En la actualidad, todavía no le han renovado la beca, pero Dina confía en que, pese a los recortes presupuestarios ocasionados por la grave crisis económica, al final lo conseguirá. En la actualidad, la doctora Zerbani está enfrascada en su tesis doctoral, que versará sobre el "tratamiento de aguas residuales", que seguro, cuando sea leída en su momento, conseguirá la calificación de sobresaliente "cum laude". Se lo deseo de todo corazón, ya que su querido país, en pleno desarrollo, necesita de grandes y cualificados profesionales.

Por su parte, la investigadora Houda Chiheb, procedente del Laboratorio de Diversidad y Conservación de Sistemas Biológicos, del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Tetuán, Abdelmalek Essaadi, lleva desde el pasado mes de febrero incorporada al laboratorio del departamento de Biología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria trabajando para el proyecto OMARAT, que promueve la cooperación conjunta de Canarias y Marruecos en el cultivo de algas rojas.

Téngase en cuenta que Marruecos es actualmente el tercer exportador mundial de "agar agar", un extracto gelificante y conservante que se obtiene del alga roja de la especie "Gelidium" para múltiples usos en la industria alimenticia y farmacéutica. De la importancia de este recurso, que mueve una industria exportadora que factura en torno a los 16 millones de euros anuales, surge la necesidad de estudiar el cultivo de esta macroalga y asegurar su sostenibilidad, como parte del trabajo que está desarrollando el Observatorio Marino Atlántico Canarias-Marruecos (OMARAT). Uno de los principales objetivos de este trabajo bilateral que desarrolla la profesora Chiheb es poder realizar una evaluación del estado actual de las macroalgas en Marruecos y poder implementar técnicas de cultivo "in vitro" para asegurar la sostenibilidad de un recurso que es muy importante para las comunidades costeras. Teniendo en cuenta, sobre todo, que como actualmente no hay un control sobre la extracción de esta alga, que se extiende a otras especies, es por lo que sin un plan de actuación riguroso se corre el riesgo de que desaparezca por sobreexplotación.

Durante cuatro meses, esta cualificada profesional marroquí realizará una investigación como parte de su proceso formativo en el área de técnicas de cultivo "in vitro" para macroalgas, con el fin de desarrollar un sistema de producción de "seedtocks" para su implantación en cultivos en líneas en el inmenso litoral marroquí. Además, la doctorando Chiheb trabaja en técnicas de caracterización molecular de las poblaciones y desarrollará un informe sobre el estado general de este recurso en Marruecos, lo que incluye el ciclo de vida, la biología y los lugares de extracción. Esta información será de mucha utilidad para implementar futuros planes del manejo de esta macroalga.

Los beneficios que se pretenden obtener a través de esta investigación, ha explicado Houda Chiheb, se basan en poder implementar técnicas de cultivo en laboratorio para promover programas de repoblación. Y agregó que es la primera vez que su Universidad trabaja en el cultivo de algas rojas. "Es una experiencia muy importante porque voy a aprender mucho sobre biotecnología para el cultivo de estas especies, además de poder trabajar con equipos muy sofisticados, a cargo del Dr. Rafael Robaina y la Dra. Pilar García-Jiménez, de la Facultad de Ciencias del Mar de la ULPGC".

Y no quiero terminar sin hacerme eco de la visita a la ciudad de Las Palmas, donde llegó el pasado sábado con su distinguida familia, del nuevo gobernador de Tarfaya (antes lo había sido de Bojador), Bahay Najen, a quien he tenido ocasión de conocer y departir amigablemente sobre las relaciones Canarias-Marruecos, y, sobre todo, de la reanudación de la línea marítima Fuerteventura-Tarfaya, operada por la naviera Armas, hasta que el buque que hacía la travesía se embarrancó en el puerto marroquí. Téngase en cuenta que la distancia entre Tarfaya y Fuerteventura es de 59,65 millas marinas, lo que convierte a ambos lugares en los dos puntos fronterizos con mayor diferencia económica del mundo, como se contempla en los Planes de Desarrollo de la UE para esta "Área de Cooperación Transfronteriza Atlántica".

El nuevo gobernador coincide con mis apreciaciones de que tal como Andalucía ha sido fundamental en el desarrollo del Norte de Marruecos, Canarias debía ser "la Andalucía" del desarrollo del Sahara y de todo el Sur marroquí hasta Dakhal (antigua Villacisneros).

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