MANUEL Hermoso Rojas, presidente que fue del Gobierno regional y cofundador de Coalición Canaria, en una de sus intervenciones esporádicas de las que ha hecho uso últimamente, dijo que le agradaría que el próximo presidente del Ejecutivo autónomo fuera un afiliado a CC, pero de Las Palmas, y mi querido compañero y amigo Andrés Chaves se pregunta, en su columna "Superconfidencial" de este diario, por qué, precisamente, de la provincia oriental, y tacha al veterano político, ahora no ejerciente, de haber tenido un "lapsus geográfico", dada su vinculación con Tenerife, aunque su carrera en la Escuela de Ingeniería la efectuó en Madrid.

Insinúa Chaves que el nuevo presidente podría ser José Manuel Soria, que lleva muchos años en altos cargos y nadie se queja. Pero Soria ya es ministro. Afirma Chaves que el equilibrio político regional, si es lo que persigue Manuel Hermoso, no necesariamente tiene que estar en la residencia o el origen.

Conozco desde casi niño, porque tuve amistad con su padre, a Manuel Hermoso y sé de su formación profesional esmerada y de sus comienzos en la política insular, y me consta que si en estos momentos aconsejó un presidente de Gobierno grancanario, es para evitar que repitiera en el Ejecutivo autónomo -a lo que ya está dispuesto en representación de CC- Paulino Rivero, el cual, actualmente, tiene a la mitad de Coalición Canaria en su contra, pese a haberse proclamado presidente del partido en el reciente congreso "nacional", que abarcó solo una parte de la nación española.

Qué duda cabe de que personas de la categoría política de Lorenzo Olarte, Jerónimo Saavedra y hasta Román Rodríguez, y muchos otros, le llevan a Rivero una enorme ventaja en formación y en otras cualidades de las que carece para ser presidente de Canarias, porque Rivero se ha descalificado a sí mismo con su desastrosa gestión, en la que cuenta el mayor desempleo en la región, cierre de los hospitales y aumento de la lista de espera operatoria y hasta fallecimiento durante la espera, el hambre y la miseria nunca conocidas en estas Islas.

A Manuel Hermoso le sobran, pues, razones para preferir un gobernante grancanario, o de la Conchinchina, que sustituya a Paulino Rivero, el cual, hoy por hoy, es el político que más ha perjudicado a Canarias, quizás en toda su historia.