La mayor parte de las comunidades autónomas rechazan la posibilidad de privatizar sus televisiones autonómicas, y solo Madrid y Castilla-La Mancha han mostrado una apuesta firme por colgar el cartel de venta y privatizar sus entes públicos.

Las comunidades han respondido al proyecto de ley aprobado por el Gobierno que les permite privatizar sus televisiones, o por el contrario mantener su carácter público, y la mayoría opta por continuar como hasta ahora, con una gestión pública, descartando la venta de las mismas, lo que supondría su privatización. Pero ¿a qué costa? A costa de gastar millones de euros que tan necesarios son hoy día para destinarlos a cubrir necesidades básicas de tantos ciudadanos que no tienen trabajo y que lo están pasando muy mal. Pero la sensibilidad de la mayoría de los políticos no llega hasta ahí, de boquilla sí, pero sus hechos niegan sus palabras.

Ellos tienen que tener un medio de comunicación de masas a su servicio para mentalizar al pueblo, para dirigirlo, para adoctrinarlo en beneficio propio. Colocan a sus amigos en unos puestos bien pagados, sin que de esta manera ofrezcan discrepancia alguna a las directrices que les imponen.

Todos estos reinos de taifas se han fabricado unas estructuras autosuficientes en todo, sin que les falte el menor detalle por controlar, aunque, como en el caso de la televisión, haya abundancia de cadenas televisivas privadas que cumplen con la programación local y que no le cuestan un euro al contribuyente. Pero escapan a su control, y eso no lo toleran.

Las cadenas autonómicas son una ruina, un pozo sin fondo en donde se entierran millones y millones de euros sin necesidad alguna. Es hora de poner coto a este despilfarro y emplear mejor el dinero.

La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha afirmado que tanto ella como la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, sanearán las respectivas televisiones públicas de sus comunidades para luego privatizarlas. Que cunda el ejemplo.

Juan Rosales Jurado

(Los Realejos)

Pecado original y crisis

Hijo, hoy quisiera hablarte del pecado original. Ya sabes que en algunas religiones todo ser que viene al mundo lo hace con el pecado original. Este pecado viene heredado de generación en generación por haber desobedecido Adán y Eva el mandato divino. Esto, que hoy día es difícil de entender, la profunda crisis que padecemos hará que lo comprendas a la perfección y te prepares para la penitencia que te corresponda.

Hijo, yo no soy culpable, y tú tampoco, de que en nuestro país, y no hace tanto tiempo, se hayan construido aeropuertos peatonales. Yo no soy culpable, y tú tampoco, de "aves" innecesarios. Yo no soy culpable, y tú tampoco, de haber hecho de España una gigantesca ONG. Yo no soy culpable, y tú tampoco, de los innecesarios, inmorales y ofensivos traductores en el Senado. Yo no soy culpable, y tú tampoco, de los ERE andaluces fraudulentos. Yo no soy culpable, y tú tampoco, de Bankia y similares. Yo no soy culpable, y tú tampoco, de millares de paniaguados enchufados. Yo no soy culpable, y tú tampoco, de embajadas autonómicas, ya en el extranjero, ya en la propia España. Yo no soy culpable, y tú tampoco, de...

Ahora entenderás con meridiana claridad la penitencia que te espera por el pecado que otros cometieron y que tú tendrás que expiar con tantos y profundos recortes que te sumirán en el infierno de la pobreza.

A diferencia de Adán y Eva, que fueron expulsados del Edén, los culpables de tus profundos sacrificios siguen viviendo en el Paraíso gracias a sus máximas pensiones, indemnizaciones escandalosas y sueldos vitalicios.

Manuel Villena Lázaro

(Granada)