De nuevo acierta plenamente nuestro colaborador Ramón Moreno Castilla al diseccionar la realidad de este Archipiélago en el que vivimos, aunque mejor deberíamos decir en el que malvivimos, bajo la tiranía colonial de los españoles. Se refiere Moreno Castilla en su artículo publicado el martes de esta semana, con el título "Rizar el rizo", al caso del diputado de Nueva Canarias en el Parlamento español Pedro Quevedo (integrado en una alianza electoral con Coalición Canaria), al que "no se le ocurrió otra cosa que, en lugar de movilizarse contra la colonización de Canarias y pedir su independencia, como corresponde a un verdadero y auténtico nacionalista, participar el pasado martes en un acto de protesta de la plataforma Nafarroa Bizirik por la conquista del Reino de Navarra en un acto celebrado a las puertas del Congreso español". Habla nuestro colaborador de un acto celebrado el martes de la semana anterior.

Coincidimos plenamente con Ramón Moreno. ¿Cuándo pedirá un nacionalista de Coalición Canaria, o de algunos de sus partidos coaligados, la independencia de Canarias? Mucho nos tememos que nunca porque en CC no hay auténticos nacionalistas, ni en consecuencia auténticos patriotas, salvo honrosas excepciones. Añade Ramón Moreno en su artículo magistral que "lo más indignante, por lo que tiene de engañabobos, son las filtraciones interesadas de ciertas ponencias del futuro congreso de Coalición Canaria, que se va a celebrar los días 16 y 17 de junio en el Recinto Ferial de Tenerife, del que, por cierto, se ha desmarcado la Agrupación Herreña Independiente, salvo cambios y apaños de última hora. Por lo visto, un grupo de afiliados de CC (que no tienen ni puñetera idea de lo que dicen) pide autonomía plena para Canarias sin renunciar a seguir en España. O sea, rizar el rizo una vez más para seguir entreteniendo al personal, y que los mismos de siempre sigan en el poder para continuar manejando el cotarro".

A este disparate –¡a quién se le ocurre hablar de autonomía plena pero permaneciendo bajo el poder de los esclavistas españoles!– ya nos hemos referido en pasados comentarios y editoriales. ¿Qué pretende Coalición Canaria?, nos preguntábamos hace unos días y volvemos a hacerlo hoy. ¿No se han dado cuenta todavía sus dirigentes de que, o expulsan a Rivero y a su pandilla política y se encaminan con paso decidido hacia la independencia, o están condenados a desaparecer?

Coincidimos plenamente con Ramón Moreno –¡qué clarividente pluma la suya!– en que es necesario seguir muy de cerca lo que plantea "un grupo de militantes de CC encabezados por el exdiputado Fernando Ríos, el gran mentiroso y manipulador, consiste en un Estado canario dentro del Estado español con reconocimiento internacional en la ONU y capacidad de relación directa con otros países. Toda una sofisticada operación de ingeniería político-jurídica-legislativa, muy propia de este sujeto, que se dedica, desde que su padre, el ínclito Victoriano Ríos, expresidente del Parlamento de Canarias y hombre fuerte de ATI, lo enchufó en política, a estar elucubrando y proponiendo estatus imposibles en lugar de pedir abiertamente la independencia de Canarias de una vez por todas y dejarse ya de tantas machangadas". Por cierto, nos gustaría saber qué hay que hacer, siendo tan jovencito y llevando tan poco tiempo en política, para "mercarse" un chalet de lujo en la zona de Vistabella.

¿Podemos seguir con estas machagandas, como muy adecuadamente califica Ramón Moreno los jueguitos de niños tontos a los que se han entregado los responsables de CC? Naturalmente que no porque Canarias atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia. Paulino Rivero ha hundido a estas Islas, antes afortunadas, en la más honda de las miserias. No vamos a salir de este profundo pozo mientras no nos quitemos de encima a este político necio y déspota que nos ha arruinado, y de qué forma. España sigue saqueándonos con el beneplácito de quienes se autodenominan nacionalistas. Es decir, con la total anuencia de aquellos que, supuestamente, le pidieron al pueblo sus votos para devolverles a los isleños la libertad que les fue arrebatada violentamente a sus antepasados. Comentábamos ayer que las oficinas recaudadoras de la Hacienda española están arrasando lo poco que queda en los bolsillos de los canarios durante la campaña anual de la recaudación de la renta, que tiene lugar precisamente en estos momentos. Lejos de ponerle freno a esta sangría, CC se entrega a exhibiciones florales.

"La ponencia en cuestión –añade Ramón Moreno en su artículo– ha sido ya expuesta en varios comités locales de CC que han dado su visto bueno, ¡como si eso fuera coser y cantar! El redactor de la resolución, que consta de cinco páginas, es el abogado Ríos, que apela, según dice, a la voluntad política del Gobierno español para que dé los pasos necesarios ante Naciones Unidas en favor de la plena autonomía del Archipiélago. ¿Alguien en su sano juicio piensa remotamente que España va a acceder a las pretensiones de este iluminado que, por otra parte, no se sostienen con el Derecho Internacional en la mano? ¡¡Se necesita ser iluso!! ¿Este señor piensa acaso que aquí somos todos bobos?". De locos, añadimos por nuestra parte.

Hoy más que nunca estamos convencidos de dos cosas. La primera es que con CC no podemos contar, salvo que cambien algunas personas significativas en ese partido y se incluya en sus estatutos la consecución de la soberanía nacional canaria como un objetivo primordial e irrenunciable. La segunda es que esos imprescindibles cambios en CC no pueden producirse mientras no sean expulsados Paulino Rivero y toda la cuchipanda política que lo rodea, empezando por la goda política Ángela Mena.

Los "logros" que hemos conseguido los isleños bajo el mandato de Paulino Rivero son un paro descomunal, unas largas colas en los comedores sociales –el 31 por ciento de los canarios vive bajo el umbral de la pobreza–, unas listas de espera para recibir atención hospitalaria en la que muchos pacientes fallecen antes de que les toque el turno de recibir asistencia y una emigración masiva de una juventud convencida de que en su tierra carece de porvenir, entre otras cosas, como hemos dicho, porque la Hacienda española arrasa con todo ante la anuencia, y hasta la complacencia, de los falsos nacionalistas de CC. Hay recortes en la función pública, en la sanidad y en educación, pero no se recortan ayuntamientos, sueldos de políticos y número de diputados en el Parlamento de Canarias, que debería ser cerrado hasta que pase la crisis porque se trata de una institución digna y respetable, como hemos dicho siempre, pero inservible mientras no se modifique la ley electoral y sea posible que los auténticos patriotas tengan asiento en ella. Ni el inmenso parque móvil de coches de lujo.

Nepotismo y despotismo. Esto es lo que caracteriza, políticamente hablando, a Paulino Rivero. Por eso sabemos que el congreso de CC va a estar en manos de sus afines; de personas que este político bruto y sin altura como hombre público ha ido colocando en el partido y en la Administración autonómica canaria que, en vez de hacer honor a su condición de tales y salir a la calle para pedir, pacíficamente, la libertad de su tierra, se dedican a llenarse los bolsillos políticos. Ande yo caliente, muérase la gente. Los compromisarios que asistan a este congreso no pueden permanecer impasibles ante la presencia de esta gentuza política. Tienen que alborotar hasta que se marchen todos, aunque los llamen al orden; incluso aunque avisen a la policía para que los expulsen los agentes de la autoridad. Ya le explicarán a las Fuerzas de Orden Público que no son ellos quienes han de ser desalojados, sino los caraduras políticos que están dispuestos a que el pueblo se muera de hambre con tal de seguir ellos en la poltrona. Los isleños canarios no merecen lo que les está haciendo Paulino Rivero y su camarilla, ni el continuo expolio a que los somete España. Y para más inri y miedo, la mafia asoma.