UNA de las bazas fuertes con las que había contado Coalición Canaria desde su mismo germen era su cercanía con la calle, con los problemas de la gente, con el sentir de los vecinos. Eran otros tiempos, es cierto, en los que la política se vivía muy desde la base y donde el consenso era un pilar fuerte que sustentaba la estructura del partido.

Pues bien, hoy los tiempos ya no son tan diferentes a aquellos de nuestro inicio en la política. Los sucesos de los últimos años nos han hecho estancarnos en lo que tanto nos costó alcanzar para esta tierra. Y la gente, de nuevo, y cargada de razón, demanda respuestas, sensibilidad, empatía y cercanía.

¿Cómo perdimos esa cercanía los políticos y, en particular, los miembros de Coalición Canaria? Creo que el análisis es sencillo y debe ser asumido aunque nos parezca duro: hemos estado demasiado ocupados en la gestión, en el trabajo de los despachos, que no es poco importante ni hay que minusvalorarlo, pero no debe ocuparnos más tiempo que el imprescindible trato con las bases, con el vecino, con el compañero.

En estas Islas las cosas nunca han sido fáciles. Y creo, sinceramente, que a la vista de las circunstancias, de cómo se está conduciendo el Gobierno absolutista e intransigente del Partido Popular, es más necesaria que nunca en Canarias una formación que defienda los intereses del Archipiélago. Coalición Canaria tiene hoy más razón de existir que nunca.

Entonces, ¿en qué hemos fallado? A la vista de los resultados de las dos últimas citas electorales, está claro que hemos perdido la indispensable conexión con la calle. Sumidos en otras disquisiciones, hemos sido incapaces de mantener lo que nos ha hecho diferentes de otras formaciones: nuestra cercanía. Antes presumíamos, estábamos orgullosos de venir del pueblo y hoy el pueblo nos demanda la atención que cree que no le damos.

Por eso, acercándonos al V Congreso Nacional, lo fundamental es la autocrítica. No vale maquillar la realidad. La realidad de Canarias es difícil, nuestra gente lo está pasando mal, y si hemos perdido credibilidad, hay que trabajar para recuperarla. Hay que ser claros, saber transmitir al ciudadano cuál es nuestro proyecto para esta tierra, qué soluciones proponemos para sacarla adelante; cómo queremos que sean la educación, la sanidad, el modelo económico. Por qué caminos vamos a transitar para que los canarios miren al futuro con esperanza.

Y si alguien puede hacerlo, somos nosotros. En Coalición Canaria hay gente muy válida, gente implicada, que se moja, que no tiene miedo a expresar lo que piensa, a aportar su valioso punto de vista. Gente que está dispuesta a trabajar mucho y duro por esta tierra.

Y esa gente, hombres y mujeres comprometidos, con ilusión y con ganas, vamos a darlo todo para que Coalición Canaria recupere el contacto con la calle, el espíritu inconformista y combativo, las ganas, la renovación profunda y el empuje necesario para salir adelante.

de La Laguna