1.- Este fue el puente de los suspiros -el del Día de Canarias-, que nos encamina hacia el verano. No les voy a seguir contando lo mal que estamos porque sería ridículo. En Grecia se suicida la gente, pero aquí no. Sería también ridículo el suicidio. Si tiene remedio, ¿para qué te preocupas?; y si no tiene remedio, ¿para qué te preocupas? No sé quien inventó la frase bobalicona, pero que tiene mucho sentido. Un amigo mío, que se acaba de jubilar (le paga el Estado 800 euros al mes), y que se gana la vida trabajando, pero en la Red, se ha ido a vivir a Uruguay. Él gana aquí unos 6.000 euros al mes, de baracalofi, que en Uruguay son, por lo menos, 12.000. Ha alquilado un piso en el centro de Montevideo y se ha comprado un coche. Ha montado en su casa su ordenador, el mismo que tenía en Canarias, y está trabajando como si viviera en la isla. Ni siquiera les ha dicho a sus clientes que se ha ido y opera con el mismo correo electrónico que tenía aquí. La Internet nos ha liberado de todas las fronteras, sin necesidad de acudir a los acuerdos de Shengen. Somos muy mundiales ya. Mi amigo está que se sale. Cada día me envía un mail contándome cosas de Uruguay.
2.- Yo, cuando lo de Las Teresitas, empecé a vacilar escribiendo crónicas desde Uruguay y la policía, en su perversa ingenuidad, siguió mis involuntarias pistas falsas como esos sabuesos bastos que olfatean el rastro del bocadillo de serrano, apartándose del rastro real, seguramente porque no lo había. Oh, sorpresa, que en el sumario encontré, primorosamente citados, algunos artículos míos a los que los sabuesos relacionaron con el caso. Hay que tener imaginación. Me descojoné. Pero la ilusión de mi vida es mandarme a mudar a Uruguay cuando me jubile, que no puedo porque estoy demasiado hecho a esto. No soy tan valiente como mi amigo, que incluso se ha echado novia uruguaya y, por las fotos, está muy bien. Como treinta años más joven que él. Espero que no haga el ridículo. Mi amigo hace informes para empresas, escribe discursos para empresarios y, en sus ratos libres, hace poesía y lee a . No doy más pistas porque igual lo calan y lo repatrían.
3.- Uruguay es un país pequeño, poco poblado e ideal para vivir. Si vas a Punta del Este todo te cuesta el doble que en Montevideo. Si vives en Montevideo puedes hacerlo con la mitad que aquí. Lo tiene todo y, además, conocerás una gente amable y servicial, correcta. Y unas garantías jurídicas iguales o superiores que en España, donde hay leyes que se contradicen y jueces que se trabucan. Yo me planteé una vez residir allí, pero aquí hay muchas cosas que me atan. Quizá un año de estos lo haga; espero que no sea demasiado tarde.
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