LA ACTUAL crisis del euro está demostrando que muchos canarios no vivían en la Unión Europea, sino en una especie de Eurodisney, es decir, en un mundo de fantasía que solo existía en su cabeza. Europa representaba todo lo bueno, la modernidad, el buen gobierno, el desarrollo económico y social, el progreso, la armonía, la solidaridad y todo lo que le quisieras meter. Era casi una experiencia religiosa.

Pretender que no éramos europeos, sino africanos, era prácticamente una herejía. Muchos se apresuraban a gritar "blasfemia, blasfemia". Por supuesto, era mucho más cómodo traspasar la responsabilidad del propio desarrollo a Bruselas que comprometerse y asumir la responsabilidad de construir un país serio. Simplemente, trasladamos nuestro complejo de dependencia de Madrid a Bruselas.

Al igual que Stalin era un padre para la Unión Soviética, Europa era un padre todopoderoso para unos pobres canarios ultraperiféricos en medio de la inmensidad del Atlántico. El primo de Zumosol que vendría a nuestro rescate si fuese necesario y que nos daba los fondos europeos de ayuda.

Pese al carácter casi mítico que rodea a los Fondos Europeos para Canarias, estos representan anualmente poco más del 1% del PIB canario. Entre 400 y 600 millones. Una cantidad ridícula si la comparamos con los 4.000 a 5.000 millones que vuelan todos los años desde Canarias hacia Madrid. Dicho de otra forma, estar en Europa y en España nos sigue costando el 9% de nuestro PIB. Europa nos da el 1% con una mano y Madrid nos quita el 10% con la otra. Pero nosotros agradecidísimos.

Sería injusto decir que la Unión Europea no trajo ninguna ventaja. Durante algún tiempo funcionó e incluso hubo algunos avances al forzar al Estado español a asumir ciertos estándares internacionales. Pero lo mires como lo mires, Unión Europea ha sido un fracaso económico y social, un área de desempleo masivo y falta de crecimiento. Un lugar donde se están vulnerando todos los derechos de los ciudadanos para mantener el sueño de unos burócratas.

La borrachera de liquidez y bajos tipos de interés han sido el combustible de la megaburbuja que ha creado una falsa ilusión de prosperidad y bienestar. Esto es especialmente cierto en los países que integran la eurozona. El euro se ha convertido en una prisión económica para los países, porque nunca fue un "área monetaria óptima", por mucho que los políticos se esfuercen en ignorarlo.

Es muy sencillo: un solo tipo de interés y una sola moneda para veintisiete realidades distintas ni ha funcionado ni va a funcionar nunca. La Europa de una sola velocidad fue un sueño, una ilusión, una utopía.

Quizás pensabas que iban a venir a salvarte y darte su dinero porque eran así de fantásticos y así de estupendos. Cuéntaselo a los griegos.