ANDA el gallinero revuelto, y no lo entiendo del todo -las gallinas, al contrario que nosotros, han mejorado su estado de bienestar con la aplicación de la nueva directiva que se aplica desde enero, por la que no tienen que estar tan apretujadas en las jaulas y puedan seguir poniendo huevos con cierta holgura-. Me alegro por ellas. Era otro gallinero, sin picos ni plumas -al menos en su mayoría-, el que anda en un sinvivir tras conocerse el Informe PISA. Y no faltan razones.

El dichoso o jodido informe, según se mire, está sirviendo de arma arrojadiza entre el profesorado y los responsables políticos en materia educativa. De tal guisa que las conclusiones del último y reciente informe -que sigue hablando mal del sistema- parece que lo hubiera redactado la anterior consejera de Educación, que fue quien lo encargó. Los informes -como las encuestas- se desvirtúan cuando quien los paga -y este no es gratuito precisamente- es parte interesada. Qué casualidad que -como se han apresurado a publicar en algunos medios- se culpe de los malos resultados al profesorado, del que dice que "cobra mucho" o "está menos horas de las que debiera en los centros". Lo primero es de coña marinera. Cualquier concejal de tres al cuarto que tenga dedicación exclusiva le supera con creces. A lo otro, lo de menos horas..., no sé si habrán entrado en los centros, si no, se darían cuenta de que la preparación de las clases -salvo que hagan colas interminables para el manejo de un ordenador, más lento que una procesión de caracoles... por ejemplo- tienen que hacerla en su casa.

Y ahora las recomendaciones. Las vacaciones de verano son demasiado largas. Nada que discutir. Quizá falle reorganizarlas. Recuerdo aquí que, desde hace años, las clases en Canarias, en relación al resto de Comunidades, son las primeras en comenzar y las últimas en terminar. Y no hay puentes. Al contrario que en las demás.

Agárrense a la brocha, que esta es buena. Recomienda PISA que se elimine la tasa de alumnos repetidores porque "reduce el rendimiento de los estudiantes". ¿Ah sí? ¿Qué es... que se repite por alto rendimiento?

Otra del mismo palo: "Los docentes que tengan buenos resultados deberán ser premiados económicamente". Estupendo. Y eso de buenos resultados ¿qué es? ¿El listo de turno que estaría curso tras curso dando aprobados generales y... a vivir que son dos días?

Otra más: sistema de jubilación anticipada para aquellos profesores que no sean completamente eficaces. Esto ¿con qué se mide? Porque yo ya me estoy sintiendo incompleto. Si te falta autoridad porque no te la dan, si cualquiera te da lecciones de lo que tienes que hacer con sus hijos, no se valora tu trabajo, el presupuesto es de risa, tus sugerencias se van al limbo de los inocentes y te fríen a papeles y burocracia inútil... Si te falla todo eso, ¿te puedes sentir completo?

Lo que creo, y ya sin coña ninguna, es que es penoso que no dispongamos de otras evaluaciones del sistema educativo más que de un informe mundial, sin duda muy interesante, pero lleno de lagunas y de generalizaciones. Que es mosqueante que coincidan tanto las conclusiones PISA de este año con los argumentos de doña Milagros Luis, ¿recuerdan? Pues "calcaíto, calcaíto".

Y hay un punto del Informe que dice así: "Si los centros educativos gozaran de libertad para seleccionar y contratar a sus docentes, conforme a unas directrices generales establecidas por el Gobierno Autonómico, sin duda se lograría un mejor maridaje entre docentes contratados y necesidades del centro". A bote pronto se me ocurre muy complicado. Aquellos profesores críticos con la dirección lo iban a tener crudo, por buenos que fueran. Hombre, no estaría mal poder reclamar a aquellos con determinado perfil para cuestiones en la que hubieran demostrado su valía; pero ahora mismo, difícil tarea.

Los que trabajamos en educación sabemos que hay "elementos" que pasan por los centros, o permanecen en ellos amparados en el generoso regazo de un destino, una oposición o un montón de años de interinidad y que son nefastos para los centros, y salvo propuestas como esta, con los matices que ustedes quieran, no hay manera de quitárselos de encima. Ahí sí que las autoridades podrían afinar. Porque mirar hacia otro lado no es sino una irresponsabilidad. Y se hace. Con demasiada frecuencia. Por eso los cargos directivos que lidian a diario con ellos se queman y acaban hasta más arriba del último pelo del cargo. Esas ineptitudes la padecen los alumnos, los compañeros profesores, los cargos directivos, los padres y madres de los alumnos, y para de contar. Y eso tampoco es así. Ahí nos lleva ventaja la privada. ¿Se imaginan a un holgazán, a un irresponsable, a un incapaz de mantener la autoridad, a alguien al que se le nota enseguida que esto de enseñar no es lo suyo... en la privada? No, ¿verdad? Pues esos instrumentos de purga sí fallan en la enseñanza pública. En poco más nos superan. Si es que hay algo.

De momento, como a las gallinas, lo que sabemos que funciona seguro es tener menos en cada aula. Eso que llaman ratio. Y que educación pase de considerarse un gasto a ser una inversión. Respaldando al profesorado, unificando metodologías más en la línea de los aprendizajes significativos, fuera de los corsés de las editoriales, de los libros de texto, liberados de las exigencias de un currículo demasiado obsoleto y exagerado, aprovechando más las cualidades de los alumnos de hoy, distintas a los de hace apenas unos pocos años, considerando el contexto social en el que vivimos, enseñando a resolver en lugar de a responder. Dicho queda.

Feliz domingo.

adebernar@yahoo.es