1.- Según su "Diario Íntimo (1951-1965)", publicado por Visor, CésarGonzález-Ruano estuvo al menos dos veces en Tenerife. Me contaba LorencitoBruno, que en gloria esté, que la primera vino con una cabaretera amiga, a la que presentó como su mujer. Cuando se descubrió que no lo era, ilustres patricios tinerfeños escribieron airadamente al escritor para recriminarle que sus esposas hubieran tomado el té con una cortesana, engañadas. En fin, César González-Ruano pasó el fin de año de 1961 en el Puerto de la Cruz, invitado por el alcalde, IsidoroLuzCárpenter. En uno de mis libros ("Recuerdos en blanco y negro") publico una foto de Baeza en la que aparecen el propio Isidoro, Luis Álvarez Cruz y César, posiblemente en el hotel Taoro. El escritor aceptó la invitación de las autoridades isleñas, en buena parte porque andaba tras las huellas del MarquésdeCasa-Cagigal, capitán general de Canarias entre 1803 y 1809, retratado como estrafalario y cornudo por el cronista y alcalde portuense JoséAgustínÁlvarezRixo en sus "Anales". Era pariente suyo y yo creo que César aspiró, sin éxito, a ese marquesado. El cuarto marqués de Casa-Cagigal, don Fernando, era un militar ilustrado, dramaturgo y poeta. González-Ruano impartió cuatro conferencias en Tenerife, en enero de 1962. Una en el Círculo de Bellas Artes sobre "Las tertulias literarias"; otra en Icod de Los Vinos, invitado por don JulioArencibia, a la sazón alcalde. Y la tercera conferencia, en la Mancomunidad de Cabildos, sobre "Madrid". Hubo una cuarta, en el portuense Skandinavia, sobre "La interviú y la vida literaria".

2.- El Skandinavia era un local/patio que creó don JoséRodríguezBarreto, cuyos artículos se publicaban en este periódico y en "La Tarde". Un republicano cabal, represaliado por el franquismo y, finalmente, muchos años después, readmitido como funcionario del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz. En el Skandinavia se escuchaba la mejor música y el local se convirtió en el lugar de moda de la sociedad tinerfeña, que empezaba a confraternizar con las suecas liberales que llegaban del frío. Estaba situado en una vieja casona, que ya no existe, en la calle Esquivel.

3.- Entre las personas que agasajaron a César en su segundo viaje a Canarias, que realizó con su esposa, estaban don JuanRavina, don Luis Álvarez Cruz, el inolvidable periodista ErnestoSalcedo, Isidoro Luz, don Julio Arencibia, etcétera. Es curioso; leyendo el "Diario Íntimo" compruebo el afecto que González-Ruano sentía por dos personas entrañables para mí: don MarianoDaranas y SalvadorJiménez. El primero fue uno de mis padres periodísticos. Con el segundo viajé a Nueva York para contemplar el Guernika, de Picasso, en el MOMA, unos días antes de que lo trajeran a España. Desgraciadamente, ninguno de los dos está ya con nosotros.