1.- En estos días lluviosos se me ha ido la inspiración. Me cuesta mucho escribir los artículos; me siento con pocas fuerzas y sin temas. Yo no sé por qué luché tanto para que se fuera a casa. Siempre me ha ido mejor con el PSOE; y voté a este partido varias veces. Incluso en su primera legislatura le di mi sufragio a ZP. Luego hizo lo que hizo; o sea, la cagó. Pero es que Rajoy (que tiene mi voto) ha empezado su andadura mintiendo y eso no me gusta. Lo mismo que no me gustó la guerra de Irak, ni me gustan las tropas españolas en Afganistán, ni jugar a los soldaditos. El error de la mentira de Rajoy le va a costar muy caro; ya lo verán. No soporto del PSOE la demagogia y la trola continuada; pero es que yo creí que Rajoy era diferente. Y no, todos son iguales. Rajoy sabe que una reforma laboral a 33 días por año el despido no es una reforma laboral; es seguir instalados en el paternalismo laboral franquista. Ligar salario a productividad me parece muy bien, pero las empresas no pueden estar condenadas a 33 días por año de indemnización, en vez de los 45 actuales. Esta sería una reforma chimba, una reforma a medias. En una economía liberal hay que ser liberales, no fachas. Juro por los relojes de lujo que usa Cándido Méndez que esto no es una reforma que Europa aplaudirá, sino una chapuza. Las normas laborales que es preciso adoptar son las que rigen en Alemania. Ni más ni menos.

2.- Con Garzón en el banquillo -se creía intocable el pollo-, defendido por la izquierda basta de CayoLara y el procubano Llamazares, más el diario "El País", la inspiración se me aleja todavía más. Garzón es un pillo de mucho cuidado, una estrellita del mundo judicial, en el que afortunadamente hay otras personas más serias. Una temporadita en casa no le vendría mal, porque ya hay pocas instituciones que pagan "lujuriosamente" sus conferencias. Veremos si lo condenan y a cuánto. Porque todo está en el cuánto.

3.- Se me fue la inspiración, ya lo saben. Me suele pasar de vez en cuando, al leer, día tras día, lo mismo en los periódicos. Un amigo me manda un viejo artículo de GarcíaMárquez sobre TeodoroPetkoff, el honesto periodista y político venezolano, ex guerrillero, fundador del MAS. Ya hablé el otro día de él, con ocasión de mi almuerzo con el humorista tinerfeño afincado en Venezuela Laureano Márquez. Entrevisté a Petkoff en Caracas, pero no sabía de su amistad con el premio Nobel. El artículo es de los años 80. Y retrata cómo se fugaba Teodoro de las cárceles de PérezJiménez. A García Márquez se le ha acabado también la inspiración, pero por enfermedad. Qué pena, qué pena de todo lo que hemos perdido.