EL CABILDO Insular de Tenerife y el Gobierno de Canarias, que sigue acaudillando Paulino Rivero, sin que ningún cambio lo apee de ese lucrativo cargo, ni siquiera el ser o no ser de su partido, Coalición Canaria -que está más muerto que vivo-, después de no hacer ni caso de la iniciativa de la consejera de la Corporación Insular Cristina Valido de habilitar la parte fuera de uso, que es casi toda, del Hospital del Norte para poner en marcha algunos de los servicios más precisos del centro sanitario, ahora salta la noticia procedente de la Sanidad pública de que el Servicio Canario de Salud se propone trasladar a personal del Hospital Universitario de Canarias, para que preste servicio en esas unidades paralizadas por falta de dinero del Ejecutivo del señor Rivero. Este parece gastarse el dinero disponible en la Radiotelevisión autonómica y en los sueldos y misiones de la "Guanchancha", que utiliza para rendirle honores al señor presidente, el cual no se sabe si también tiene que pagar los costos del combustible y de las posibles piezas de repuesto del helicóptero que usa para sus desplazamientos a Las Palmas y, me supongo, a otras islas.

Dice la información que publica este periódico que los trabajadores del HUC y sus representantes se quedaron estupefactos tras escuchar a la presidenta del grupo parlamentario socialista en la Cámara legislativa doña Dolores Padrón afirmar que Sanidad se ocupará de cubrir el centro sociosanitario del Norte con los trabajadores necesarios, aunque la reacción inmediata de los sindicatos fue calificar la operación de "disparate mayúsculo" cuando la señora Padrón adelantó la noticia en declaraciones a Radio Club Tenerife.

Sin ponerse de acuerdo, hay coincidencia entre lo manifestado por los sindicatos y la intempestiva intervención de la exconsejera de Sanidad Mercedes Roldós cuando Cristina Valido sugirió abrir algunos servicios en el Hospital del Norte, aunque los sindicatos defendieron a sus representados y la señora Roldós actuó de criticona inoportuna, aunque no le habían dado ninguna vela en ese entierro.

Y, como elogié, creo que merecidamente, a la señora Valido por ocuparse en la solución del problema sanitario, ahora lo hago con la señora Padrón, si fue la que aconsejó abrir el centro, con trabajadores de otro hospital o de donde sea, con tal de que lo que se persiga sea la atención a seres humanos que la precisen.