1.- Mintió tanto y tantas veces Zapatero en los siete años y pico de su mandato que todos hemos quedado ahítos de bolas y patrañas. Es lo bueno de las democracias, que se aprende de lo malo para tratar de no repetirlo. Zapatero ha mentido compulsivamente, más llevado de lo tontorrón que es que de su mala intención. El presidente saliente fue muy torpe, muy lerdo, muy bobalicón y probablemente hablaba sin consultar a los que sí sabían. Por el contrario, Rajoy ha hecho unos discursos realistas y brillantes y pretende cambiar el país en 100 días. Es la diferencia entre un chico de provincias, sin puta idea de nada, y un registrador de la propiedad. Ahí se resume la cosa. Al menos hemos aprendido que ni en política ni en ninguna parte se debe mentir. Zapatero habita en el Limbo -en realidad nunca salió de él- y Rajoy pretende sacar adelante el país con grandes soluciones y con buenas ideas. Nos costará, pero lo lograremos; estoy seguro.

2.- Yo, con los años, he aprendido a no asustarme de nada. Me da igual que hablen mal de mí, que me persiga Hacienda, que me pongan a parir en los blogs esos -que no leo, ni siquiera sé cómo se accede a ellos- y que un tal González -¿o es Fernández?- Placeres, o algo así, y el mariconcillo del tal Sosa de Las Palmas me pongan de chupa de dómine en radios y digitales, día sí, día también. Me la suda. No los leo, ni los oigo, sólo me lo cuentan. Dicen que Sosa me llama SanchoPanza; pues claro que lo soy. ¿O es que no me ven? Yo tengo un amigo médico que me llama "el Goldo"; y a mucha honra. Lo que tenía que hacer, si me quisiera, es recetarme algo, Cenical o eso, para que baje peso, cagarruciándome todo el día por las patas pa abajo; y no referirse tanto a mi especial volumen.

3.- Pues ya vivimos en un país distinto, al menos en un país más serio; ya no oiremos hablar de la memoria histórica, el bachiller tendrá un año más, no haremos puentes, tampoco volveremos a verle el culo a LeirePajín en Benidorm, ay. Lástima que tengamos que seguir oyendo a Gabilondo. Ah, y a lo mejor se nos pega la suerte y casi todos los fiscales no serán del Opus Dei, los políticos (como LópezAguilar, un suponer) no interferirán en la justicia, se eliminarán los juicios paralelos con la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Penal (¿o es Criminal, para asustar pelín?) y no volveremos a leer la extendida estupidez de que a MiguelZerolo le tocó la lotería 145 veces, algo radicalmente falso por mucho que lo diga la policía del PSOE. ¿Ven por qué me la suda que me persiga Hacienda y la madre que la parió y por qué me da igual todo, porque fusilarme no me van a fusilar? O sí. A lo mejor me fusilan al amanecer. Pues que me entierren en el Valle de los Caídos, junto a fray JustoPérezdeUrbel. Eso, sí; lejos del Invicto.