HACE casi tres años, el 31/01/09, un servidor escribía un artículo en EL DÍA sobre la presión de los touroperadores para que el destino Canarias bajara aún más los precios. Tomo un extracto referido en concreto a la multinacional Thomas Cook: "La consejera doña Rita Martín, como máxima responsable del sector turístico canario, mantiene lógicamente el mismo discurso y la misma postura que con la otra operadora TUI -entre ambas controlan el 50% de los paquetes turísticos provenientes de las islas británicas- y se remiten a una segunda sesión, con la presencia de los Cabildos, en el marco de FITUR (Feria Internacional de Turismo). Ahora mismito hay movida de fituro.

La cuestión fundamental son las presiones que ejercen las compañías, que han sufrido fuertes desajustes por la situación recesiva actual del mercado y la devaluación de la libra, sobre el precio de los paquetes. Presionan y hay que definirse, ¿nos mantenemos o bajamos precios? Consecuentemente está en juego, dependiendo de si se mantiene o no la demanda, la capacidad aérea de traslado que se pone encima de la mesa. Una cosa va ligada con la otra y las dos dependen de que cuaje la demanda.

En términos generales, hemos conseguido entablar un ambiente de diálogo satisfactorio, recalcó Martín, aunque entre líneas reconoció que el objetivo de mantener la capacidad aérea capitalizada por la empresa de Peterborough en nuestro territorio va a depender de las próximas reuniones técnicas que se llevarán a cabo a final de mes: Nos han presentado un plan de márketing conjunto para incentivar y definir el periodo estival desde los meses de febrero y marzo. Somos conscientes de que hay que mantener los beneficios, pero no podemos revertirlos en el consumidor, subrayó".

El tiempo ha pasado y las circunstancias son distintas. Los precios de nuestra competitividad ya encontraron remiendos. Haciendo balances en términos de análisis del pasado, tenemos que reconocer que la política llevada a cabo en general por nuestros representantes y favorecidas por el contexto mundial en el que se han movido los competidores han propiciado, en el año que termina, unas cifras récord en la llegada de visitantes a Canarias. Estupendo.

Un éxito indudable en el que no podemos regodearnos. Hay muchas tareas a afrontar para 2012. Quizás tres de las principales son: 1.- mantener e incrementar las cifras; 2.- hacer que esos números de visitantes reviertan un poco en la dinamización de otros sectores y en la creación de empleo, incluso estableciendo porcentajes o cuotas obligatorias; 3.- blindar las subvenciones y amarrar lo más que se pueda en el tema de los cobros.

La empresa británica se encuentra hoy en día sustentada por los bancos. Está al borde de la quiebra, con espectaculares caídas en sus cotizaciones en bolsa. Prácticamente se ha desplomado, dicen que un 90%, con un valor de cien millones de libras y con deudas por encima de los mil millones.

El mes pasado, Thomas Cook informó de que había llegado a un acuerdo con sus bancos acreedores, con los que renegoció sus créditos tras experimentar un retroceso en sus expectativas conocidas. La emblemática agencia de viajes, que vende más de veintidós millones de vacaciones anuales en el Reino Unido, tuvo que pedir ayuda financiera tras un deterioro del negocio en los últimos diez meses debido a la crisis, a la disminución en la confianza del consumidor y a la turbulenta situación en Oriente Medio y Norte de África, destinos clave para sus clientes.

Supongo que a estas alturas el sector turístico de las Islas ha realizado todas las maniobras que están en su mano para amortiguar, y en su caso minimizar, el daño que una caída de semejante envergadura puede ocasionar. Dicen que cuando el toro avisa lo mejor es dar un pasito para atrás. Es natural que nos preocupemos, tanto en asegurar los cobros o en evitar efectos dominó o de contagio como también en el estudio de la demanda para cubrir en un hipotético caso de insolvencia declarado el bache que se produzca.

Hemos conocido en días pasados que han vendido -en los movimientos lógicos de desinversión que tiene que llevar a cabo la empresa afectada- a Iberostar su participación en cinco hoteles y en un club de golf. Un balón de oxígeno para Thomas Cook que no creo, tal y como está el paño, que lo saque del atolladero.

Si el Reino Unido no está en Europa, peor todavía.