Ya sé que muchos dirán que hablar de deontología a un político es esperar que los mirlos sean blancos, pero, insistimos, es nuestra obligación no ya deontológica, sino ciudadana.

Los sanitarios canarios venimos sufriendo recortes desde el mismo momento en que nunca se nos ha equiparado laboral ni profesionalmente a los colegas de otras regiones, y eso es un mal endémico canario que sufrimos legislatura tras legislatura. En los últimos años se nos ha prometido igualar a la media nacional, es cierto, pero seguimos a la cola del país, y ya no hablamos de salarios, ratios de personal, horas de trabajo, número de camas, etc., sino de órganos de consulta donde se nos escuche. Lo asumimos como el resto de trabajadores canarios, que son los que también tienen los salarios más bajos del Estado.

Soportamos una presión asistencial irracional y la aguantamos comprendiendo la desazón de nuestros pacientes que asisten, con una paciencia estoica, al partido de pin-pon entre los políticos de aquí y de allá, con promesas incumplidas, cifras camufladas de listas de espera interminables, reclamaciones que se olvidan cuando llegan al gobierno... y la pelota sigue rodando.

Los profesionales sanitarios, en general, y los médicos, en particular, que son los que nos implican, estamos hartos de asistir dóciles y obedientes a este partido aburrido, y somos los que comprobamos, año tras año, cómo uno de nuestros bienes más preciados, nuestra sanidad pública, se va anquilosando y padeciendo una lenta agonía de muy mal pronóstico.

Todos los profesionales sanitarios trabajamos con entusiasmo y con una profesionalidad fuera de toda duda. Los pacientes lo saben y nos han premiado siempre con su apoyo. No hace falta sino echar un vistazo a los medios de comunicación para comprobar que gozamos de una alta credibilidad y confianza, lo cual aprovechamos para agradecer y para anunciar que el colectivo médico no le fallará a la población, porque tenemos unos principios inquebrantables que emanan de nuestra vocación, atender a los demás en la enfermedad.

Estamos dispuestos a arrimar el hombro, lo hemos demostrado siempre, pero lo que no estamos dispuestos es a seguir bajando la cabeza ante el gobierno de turno.

Desde el Colegio de Médicos de Tenerife hemos aportado desde hace tres años propuestas para mejorar la sanidad pública con el menor coste posible. Algunas, muy pocas, se han tenido en cuenta y otras, la mayoría, han caído en saco roto. Ofrecemos, una vez más, nuestra leal colaboración, pero en ningún modo sumisa. Hemos luchado por que se creen órganos de consulta, con participación ciudadana, en los que los profesionales estemos presentes y podamos aportar desde nuestra experiencia soluciones para la optimización de los recursos. Hemos pedido desde hace tiempo que se cree el Consejo Canario de la Profesión Médica y continuamos, pacientemente, esperando.

Hemos soportado el pasado año recortes que no padecieron los demás departamentos del Gobierno canario, y ahora nos quieren seguir acogotando con más horas de trabajo, a las que no decimos de entrada que no, siempre y cuando se utilicen en beneficio de los enfermos, es decir, disminución de las distintas listas de espera, y, en ningún caso, para suprimir horas de guardia que dan lugar a un encubierto recorte salarial. Además, no estamos de acuerdo, porque no será la medida que aporte eficacia a nuestro sistema. Por lo menos sin una previa reestructuración de la que no se ha hablado y dudamos que ni siquiera se la hayan planteado. Es más, sospechamos que el sistema se podrá colapsar en poco tiempo, aumentará de manera exponencial la lista de espera para pruebas diagnósticas y, por lo tanto, también la quirúrgica.

Y como hemos ofrecido nuestras propuestas, hemos tendido la mano y no se nos ha tenido en cuenta, nos duele que nos digan que tenemos "que trabajar más", cuando todo el mundo sabe que ya lo estamos haciendo. ¿O es que usted cree, señor presidente, que los médicos no rendimos y no vemos más enfermos de los que nos corresponden? Le recordamos, por cierto, que el pasado año sí nos recortaron la paga de Navidad. ¿O es que usted no sabe lo que está pasando en su gobierno? Señor presidente del Gobierno de Canarias: ¿sabe cuántas guardias de 24 horas continuadas hacemos los médicos al margen de las 35 horas de jornada laboral semanal? ¿Sabe que la mayoría de los médicos siguen trabajando al día siguiente sin el descanso al que obliga la ley? ¿Conoce el valor de la hora de guardia, de obligado cumplimiento, de un médico especialista con once años de estudios superiores?

El presidente del Gobierno canario se ha equivocado gravemente e injustamente con los que venimos arrimando el hombro desde siempre. No esperamos disculpas. Los políticos nunca las dan, pero deberían hacer examen de conciencia.