LA LAPIDACIÓN del dinero público por parte del Gobierno de Zapatero es interminable. Ignoro con qué finalidad; el caso es que parece como si quisiera devolver con suculentas y cuantiosas subvenciones los favores electorales y apoyos internacionales que algunos sindicatos, ciertos "lobbies", grupos de presión social y países le vienen haciendo desde hace años.

Mientras los principales líderes europeos se afanan en recortar el gasto público en sus respectivos países, el Gobierno de Zapatero continúa despilfarrando el dinero de las arcas del Estado a manos llenas, concediendo subvenciones inimaginables en su destino y cuantía.

Así, en esta línea de despilfarros, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, de Leire Pajín, ha otorgado 2,8 millones de euros en ayudas, con una especial atención a asociaciones afines de feministas y homosexuales, colectivos vinculados al PSOE, etc.

La Junta de Andalucía, presidida por el señor Griñán, ha destinado para este año 180.000 euros a la compra de preservativos de sabores, lubricantes y otros objetos de carácter sexual.

El Instituto de la Juventud, dependiente del que fue Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído, concedió a su pueblo, Alcalá de los Gazules (Cádiz), doscientos mil euros "para espacios de creación joven". Subvención que no justificó. También fraccionó contratos de Igualdad para burlar la ley y otorgarlos "a dedo".

El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, está procediendo a reformar su despacho y el de su secretaria, a cambiar las alfombras y moquetas del hemiciclo, las ventanas, el bar, etc. Una reforma que se va a realizar con fondos públicos sin haber informado a la Mesa del Congreso y sin saber el coste económico de las obras.

La generosidad de Zapatero y la del Gobierno que preside no tiene límites, pues no cesa de efectuar regalos a diestro y siniestro del dinero público.

Efectivamente. En el BOE del 10 de agosto se concede toda una serie de ayudas a través de la Secretaría de Estado para la Unión Europea, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores de Trinidad Jiménez, a fundaciones de corte progresista vinculadas al PSOE. Así, destina más de trescientos mil euros a subvencionar actividades de "lobbies" afines al Ejecutivo, sindicatos, colectivos feministas, etc.

El Ministerio de la Presidencia otorga en el BOE del 20 de agosto 1,47 millones de euros para obras en el Palacio Real de Madrid y en el Pardo.

La gestión del que fuera presidente socialista de Castilla-La Mancha, José Barreda, ha sido tan nefasta que ha dejado a esa comunidad autónoma con una deuda de 7.000 millones de euros.

Si todos estos datos sobre el derroche del dinero público parecen excesivos, el lector quedará escandalizado -al menos así me he quedado yo- al leer una resolución que se publica en el BOE nº 193, del 12 de agosto, de la Presidencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, por la que se conceden subvenciones y ayudas de cooperación internacional, correspondientes al segundo trimestre de 2011, por un importe total de 82.300.000 euros, cuyos principales beneficiarios son los gobiernos dictatoriales, amigos de Zapatero, de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Guinea Ecuatorial y otros países de su Alianza de Civilizaciones. Se trata de proyectos internacionales que Zapatero concede de forma altruista, en los que España ni participa ni se beneficia.

Así, por ejemplo, se conceden casi dos millones de euros a la dictadura cubana de los hermanos Castro para un "Programa de desarrollo rural en el oriente de la isla"; a la Bolivia de Evo Morales le da 754.000 euros para que financie sus "Compromisos de la X Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Hispano-Boliviana"; a la Venezuela de Hugo Chávez le destina trescientos mil euros "para el mantenimiento de dos escuelas-taller"; al sandinista Daniel Ortega le da ocho millones de euros (¡como leen!) de nuestras maltrechas arcas públicas para el desarrollo integral del barrio Acahualinca, de Managua.

Da la impresión de que Zapatero, antes de mandarse a mudar por imposición electoral, quiere dejar a España arruinada por varias generaciones y con cinco millones de parados.

El monto total para financiar el déficit público en 2011 asciende a 90.000 millones de euros. Eso significa que la maquinaria de endeudamiento público necesita cada día una media de seiscientos millones de euros de los inversores (¡cien mil millones de pesetas!).

¡Qué hemos hecho para merecer un presidente del Gobierno tan botarate como el que tenemos!