AUNQUE SERÁ más difícil hincarle el diente a los compromisos del pasado, se impone a futuro que un mercado como el inmobiliario, tan absolutamente necesitado de nuevos demandantes, asuma la dación. ¡Viva el 15-M! Bankinter ha lanzado una hipoteca que responde "exclusivamente" con la vivienda. Es el comienzo. Se puede entender el paso, por cierto novedoso solo en teoría, como la respuesta a una justa demanda de la sociedad pero también como una posible vía para activar el ladrillo, el bloque y el cemento. Ya no te vas a desgraciar de por vida si te atreves a confiar en tus capacidades y no te sale bien; la dación se va a imponer como condición sine qua non.

Hay que mirarlo en detalle. parece ser que con un 4% el primer año y Euribor + "precio personalizado" los restantes, han lanzado un producto que puede responder en caso de impago solo con la vivienda hipotecada, según informa la entidad en un comunicado y en su web. Permitirá financiar hasta el 80% del valor de la propiedad. El nuevo producto, que será comercializado bajo el nombre de "Hipoteca sin más", tendrá un plazo de amortización de hasta 40 años, con unas condiciones económicas similares a las de otros formatos hipotecarios.

Claro, en este caso supongo que estudiarán muy mucho el valor de los bienes, serán muy cautos y lo limitarán inicialmente, y probablemente en exclusiva, a su parque de viviendas. Pero es el camino, una iniciativa interesante ya que, según mi opinión va a generalizarse de manera inmediata, porque, de hecho, ya se estaba imponiendo el alquiler acumulativo casi sin tope de años, con opción de compra a la carta y desde que un banco diera luz verde. Sucede que, con la de gente y experiencias que hay en la cuneta, ¿quién se va a entrampar de por vida si no es con, como mínimo, una salida?

Ya. Se va a imponer ya. Los pisos que se vendan y tengan financiación bancaria a partir de pronto o incluyen dación o se los come la tía Federica.

Pasa igual que con el Banco Malo. Hay que crearlo ya, quizás con lotes equilibrados cedidos al Estado, de entre flor y flor una lechuga, de una forma que descargue la morralla más que para aumentar liquidez -que sería lo deseable aunque las arcas públicas tampoco estén boyantes- sí para despejar y aclarar los balances bancarios liberando las cantidades ingentes implementadas en dotaciones para insolvencias. Lo primero que va a hacer el PP, si gana, es lanzar una serie de medidas, como podrían ser asegurar, aunque sea parcialmente, las tasaciones para un número de años o incentivar fiscalmente a los bancos si dan créditos a las Pumes, lo del banco malo es una necesidad del sistema, y si no se crea, su falta seguirá lastrando las posibilidades de estabilización y recuperación económica.

Lo mismo que con las elecciones, ¿para qué esperar a marzo? ¡Ya! La izquierda va a perder y la derecha va a ganar; eso se sabe. No por cuanto, pero en lo que respecta a la economía el pescado está vendido y seguro que no va a haber avances ni retrocesos significativos o cifras más o menos tranquilas para el partido en el poder. La prórroga no va a definir el partido, están todos en el vestuario duchándose. A priori es lo mismo. Más bien un elemento de incertidumbre que cuando se vea a balón pasado será analizable, ahora no. El adelanto a noviembre tiene la ventaja para Alfredo, o para Rubalcaba, de que obtiene iniciativa y de que, dado que ya están haciéndolas ellos, los socialistas pueden partir solamente de una pregunta al electorado: ¿quieren más política de derecha? La desventaja es que parecerán forzadas, pero ya somos mayorcitos, por lo que entiendo que en ese sentido va a dar igual. Lo que sí es verdad es que el gobierno y la composición parlamentaria que salga del proceso estará mejor validada para meter caña y lanzarse a saco a reactivar al muerto. Yo creo que puede ganarse tiempo. Sea quien sea, y espero que Canarias tenga mucha voz propia en ese Parlamento con su nacionalismo o soberanismo, lo importante es que, llegados al punto en el que estamos embarcados, desaparezca el carácter de interinidad o provisionalidad que perjudica a todo quisqui. No se compliquen la vida, ¡Ya!