1.- Pasó el cortejo romero orotavense entre cintas de colores que daban escolta a tres santos: sanIsidroLabrador, santaMaríadelaCabeza e IsaacValencia, al que acabo de canonizar. Dice Molano que la canción que cantaba NatKingCole: "Quizás, quizás, quizás" no reza así, sino "Isaac, Isaac, Isaac". Lo refrenda el médico y cantor PedroEustaquio. En la casa de JuandelCastillo se deposita la ceniza en un cenicero evocador: el donut de la UCD. De esos tiempos hablaban EligioHernández, AlfonsoSoriano, el doctor AntonioSierra y CarlosBencomo, cada uno por su lado. JoséManuelMagdaleno aludía a la caballerosidad de entonces y todo el mundo atendía a la conversación y menos a la romería, plagada de magos de verdad y de magos que se añaden, deplorables, sin camisa o vestidos de tales y con tenis. Hay que cuidar esas cosas, señores del Liceo, porque los velillos se cargan cualquier cosa, incluso algo tan bonito y de tanta tradición. No se vio por los redores a TeddyBautista y a sus agentes recaudadores, que no pudieron cobrar el canon del tenderete porque declaraban ante el juez. SergioBatista me regaló una foto mía de hace 30 años, en Ten-Bel. Coño, qué buen aspecto tenía entonces.

2.- Juan derrochó hospitalidad, como siempre; y Lala, su ama de llaves, postres. Qué barbaridad. Qué gozada para los que tienen el azúcar controlada. Entre garbanzas y carne de conejo, pulpo y pata de cochino y una pelota de gofio que resucitaba a un muerto, Juan nos agasajó con generosidad. Incluso el padre Antonio, el párroco, vestido de mago, se añadió a la cuchipanda, aunque se fue, disparado, a escoltar al santo, que como es de pasta, no come. Saludé a EliseoIzquierdo, cada vez con mejor aspecto. Y a Celia, su mujer. A última hora llegó el coronel Pallero, que cambió la guerrera por un chaleco de mago, con GonzálezSuárez y el citado Molano. Estaban el pintor AlejandroTosco, bien acompañado, y mi amigo LuisOrtega, con Elena, su mujer, él convaleciente de una operación delicada. Todo salió bien. JavierVidarte se reparte entre esto y Cuba, me alegró verle. Y mi dilecto amigo ManoloMorón dio cuenta de otra animada tertulia. Había gente joven, como PatricioMarañón y el dj JonayMartínez, famoso en todos los bonchos del mundo mundial.

3.- Pero casi nadie miraba para la romería, hasta que llegó Isaac, apartó las cintas de colores y nos brindó desde su puesto de alcalde: tras los santos. Sonaba como nunca la banda de La Orotava tocando el "Qué tenderete" y desfilaban los labradores, ellos sí que van bien vestidos, y las gentes del Liceo, animadas y correctas. Una multitud. La Villa honró a sus santos y Juan del Castillo a sus invitados. Qué bonito cuadro de las alfombras tiene Juan, heredado de su antepasado el médico DelaBarreda. Cuya biografía ha terminado. Su colega, el doctor PepeCasañas, tampoco faltó a la cita.

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