Muchas felicidades por este ancestral "cultivo", pero ¿tienen en cuenta dónde colocan los panales?, porque dos amigos en distintas partes del Parque del Teide fueron picados este domingo por esos maravillosos insectos.

Caminaban por los senderos marcados a tal efecto por La Fortaleza, visitando el maravilloso espectáculo de los tajinastes rojos en flor. Fueron atacados sin estar molestando a estos bichos, con los cuales somos muy respetuosos, pero que ya nos han atacado en varias ocasiones y no solo en el parque. Me pregunto si los apicultores tienen que regirse por alguna normativa y si esta incluye cierta distancia con relación a caminos transitados con frecuencia o regularidad. Si no existiera esta normativa, se debería elaborar para tener en cuenta que el senderismo y el turismo ecológico tienen que tenerse en cuenta para evitar accidentes de esta clase tan desagradables que pueden ser peligrosos para personas alérgicas. En muchos lugares vemos señalizaciones de panales, pero deberían estar alejados prudencialmente de los caminos más transitados, y este que he citado está muy concurrido en estas y otras fechas para observar este grandioso espectáculo de la naturaleza al que sin duda contribuyen polinizando las flores nuestras preciosas abejas.

Enrique Vivancos

La Casa de la Cultura

De la importancia que le dan nuestros políticos y, concretamente, el Gobierno de Canarias a la cultura les doy dos pruebas palpables.

1.- El teatro de la Casa de la Cultura, del parque de La Granja, cerró en agosto del año pasado por reformas. Allí se celebraban conferencias, talleres, proyecciones, obras de teatro, etc., fundamentales para la dinamización cultural de la ciudad. Pues bien, casi un año después no han movido ni una sola piedra en la reforma. Si no hay ni un euro para estas cosas tan necesarias, ¿cómo es que se gastan en tantas otras superfluas? La lista sería interminable. Debería haber un fiscal que "empapelara" a los autores de estos despropósitos.

2.- Cuando se va a pedir algún libro que no está en catálogo, los funcionarios de la biblioteca, que son una maravilla de eficacia, nos contestan compungidos que no hay dinero ni siquiera para solicitar un triste libro.

Estas dos muestras nos dan el botón de la clase de políticos que tenemos al frente de nuestra cultura.

P.G.S

La legalidad

"La legalidad en muchas ocasiones es un difraz de la envidia". Esta frase, que ahora no recuerdo quién la dijo, me ha venido a la cabeza por todos los acontecimientos que desde hace poco están sucediendo. La gente se pregunta: ¿por qué hay crisis? ¿Por qué hay paro? Yo no sé la respuesta, pero sí puedo contar una anécdota que ocurrió hace poco más de treinta años:

Un señor tenía un restaurante con diez empleados. El negocio iba bien, y todos estaban contentos, pero he aquí que a un vecino le entró algo de envidia y, difrazándola de legalidad (esta palabra es más bonita), lo denunció por si no tenía todos los papeles en regla. Le visitó un inspector y, por lo visto, le faltaba un pequeño papeleo. En esta época todo se arreglaba sobre la marcha, nadie le mandó cerrar su negocio, solo tuvo que pagar una pequeña multa por su despiste y todo se solucionó rápidamente y casi nadie se enteró. Había buena fe; todas las cosas seguían rodando.

Me gusta ser legal, me gusta ser justa, me gustan las cosas bien hechas, pero, por favor, ¡no nos hundamos más de lo que estamos!

Una señora con un poquito de lógica