AL PARECER, en las elecciones del año pasado, los partidos nacionalistas de Canarias ya no recibieron tantos votos del exterior, en especial de Venezuela, como para configurar mayorías que, como en ocasiones anteriores, le dieron triunfos a esos partidos locales en diferentes corporaciones de estas islas. En los comicios del 22-M, o tiraron a la basura en origen las papeletas depositadas por canarios en los lugares señalados para votar por correo o, simplemente, no enviaron estos votos al Archipiélago, violando o no cumpliendo los tratados correspondientes entre los países en casos de elecciones.

Este periódico, en uno de sus números posteriroes a los aludidos comicios, dio cuenta de que el senador de Coalición Canaria Narvay Quintero ha presentado una denuncia porque de los 7.900 votos depositados en los lugares de votación habilitados en Venezuela por emigrantes canarios solo llegaron a su destino cuatro votos. Uno de los cuales fue del embajador de España en dicho país; otro de una funcionaria de la embajada y los dos restantes, de sendos policías que efectuaban servicio de seguridad en la legación española. Informa también el diario de que el Gobierno de España investiga si la pérdida o falta de envío de los votos se debe a problemas administrativos o burocráticos, porque son muchos votos los que faltan.

Esta noticia la dio a los medios informativos el secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, don Juan Antonio Yáñez Barnuevo, en una comparecencia parlamentaria en el Senado. El alto cargo ratificó que el Gobierno español estudia con detalle las posibles causas de la falta de envío de los datos precisos, aunque se sospecha que puede deberse, en parte, a problemas en el servicio de correos, que si aquí y en toda España falla, cómo será en Venezuela, aunque la cosa puede ser ocasionada por la utilización de un sistema de "voto rogado", que obliga al emigrante a comunicar su derecho al voto en las semanas posteriores a la convocatoria electoral, y como hay varios departamentos que intervienen en esos trámites, la confusión puede ser peor.

En resumen, que algunos partidos que esperaban estos votos en Canarias se han quedado sin sufragios y sin esperanzas, contrariamente a lo ocurrido en ocasiones Interiores en que los votos procedentes del exterior incrementaron los conseguidos en las mesas de los colegios canarios.

Las citadas contrariedades, que no tienen remedio, incrementaron las que señala Coalición Canaria en las Islas, en especial en La Palma, en la que el partido nacionalista critica los que llama "engaños" del Partido Socialista, el cual exige pactos a su conveniencia en los cabildos de La Palma y de El Hierro. CC exige también al PSOE que reconduzca la situación de varios municipios para firmar el pacto regional. Los socialistas responden que van a cumplir lo prometido al tiempo que recuerdan a CC su desobediencia en la isla de Gran Canaria.

Y en esto que José Manuel Soria, que ha guardado relativo silencio en lo que respecta a la constitución de los ayuntamientos y pactos que aún se esperan, interviene en el cotarro para insistir en que ve posible, aún en estos momentos, el logro del apoyo suficiente para gobernar en la Comunidad, lo que comunicó a los reunidos en la Junta Directiva regional del PP, y está convencido de que puede encabezar un gabinete, empeño en el que no ceja.

A la vista de cómo está y transcurre el panorama político, la mayor parte de los ciudadanos de Canarias sigue creyendo que la presencia de Soria en el Ejecutivo sería lo mejor para nuestras Islas. Ojalá que sea así.