La verdad es que ha llovido mucho, pero la política está tomando unos derroteros que ya no tienen nada que ver con su significado: es la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad, pero en España y la mayoría de los países del mundo la política es usada para otros medios.

Las grandes compañías apoyan las campañas de muchos políticos, y ese favor hay que devolverlo; también está el que usa la política como medio de vida, pero vaya medio de vida: con unos sueldos y unos privilegios que rozan lo escandaloso, y yo diría más lo delictivo, y más en tiempos de crisis.

Hay otros que usan la crisis para arrastrar a las masas con discursos, como se dice ahora, populistas -varios casos en América latina-, pero el ciudadano las sigue pasando canutas. Para resumir, que la política pasa de ser un bien de interés general y positivo a ser una de las lacras de este siglo.

Tenemos una ley electoral desfasada, como la Constitución, que fue redactada en su tiempo para la coyuntura de ese momento, pero ya hace tiempo que dejó de ser útil en muchos sentidos, aparte de demagógica. Y, si no, véase: todo español tiene derecho al trabajo, a una vivienda digna, una sanidad, etc. También habla de la participación ciudadana en la actividad política. Como no sea para votar, yo no veo que se nos escuche y se nos haga caso.

Y, según tengo entendido, dentro de la sanidad hay un párrafo dedicado a la participación ciudadana, cosa que tampoco existe. Y así podríamos seguir contando muchas leyes, ordenanzas, o como lo quieran llamar, que no se cumplen.

Se han sacado una leyes que no han contado con los presupuestos necesarios para apoyarlas. Un ejemplo es la ley del menor, la de la igualdad, la de la dependencia…

Y como todo va de mal en peor nace un grupo espontáneo, cosa que me sorprendió con agrado, pues yo ya lo llevaba pidiendo hace mucho tiempo, utópicamente, creía yo, y nace este grupo de "indignados" y se rebelan pacíficamente contra un poder que nos machaca continuamente.

Yo, en este caso, hablaré a título personal y sobre mis vivencias con estas personas. Creo que lo primero que tengo que decir es que es un grupo de muy buena gente, pese a lo que se diga. Hay que estar ahí dentro para ver qué clase de personas son, pues intentar deslegitimar a un colectivo sin conocerlo de nada es de una bajeza sin límites. Como todo colectivo, es de ideas plurales, pero siempre respeta el consenso y nunca ha habido una mala palabra. Yo, como salgo poco, he llegado a la conclusión de que he andado en estos últimos años por caminos sinuosos y no he tenido la suerte de encontrármelos antes.

Doy gracias, aunque sea tarde, de encontrarlos, pese a que sea en una situación como esta, o no, cuando el país está patas arriba y donde muchos imputados seguirán gobernando con la más absoluta libertad y desvergüenza. Y espero que con unión y tenacidad conseguiremos las metas que nos proponemos, que en líneas generales son transparencia democrática y derechos sociales. Estas dos cosas abarcan muchas. Pero no los quiero aburrir; solo decirles que vale la pena, aunque sea por estar un solo momento con esta gente y compartir sus ideas y su cariño; y que no son ningunos "hippies" ni friquis: son personas como nosotros, como todos, que quieren lo mejor para la democracia, lo mejor para todos.

¡Adelante, indignados!

Educado Paz