CONSUMADAS las elecciones y con los datos de los resultados -que yo en este momento desconozco- hirviendo en las calculadoras, hoy se estarán produciendo sofisticados análisis, reacciones y primeras llamaditas telefónicas o mediáticas para los posibles pactos que se barrunten en los diferentes orificios. Difícilmente habrá mayorías absolutas en ningún sitio. En general, el abanico se habrá abierto y quizás manejemos alguna sorpresa. Seguro que ha aparecido un voto de castigo significativo.

Pero no nos engañemos. Todo sigue siendo igual; es más, ahora es cuando van a exigir que nos desnudemos ante las exigencias dictadas desde Bruselas y Madrid de austeridad y responsabilidad. Un espectáculo de destape en el que van a arreciar las imprecaciones a la ortodoxia para los diferentes entes públicos locales y territoriales. A Zapatero, autoborrado del mapa para la próxima candidatura e inmolado en aras a las brutales medidas de rectificación económica en el Estado, le toca señalar que lo que está mal es la administración autonómica y local. Lastre y lacra. En este asunto tendrá el apoyo entusiasta del PP: cáncer para el Estado, sobran gastos autonómicos.

Precisamente, la gestión del Gobierno canario no es de los que más aparece en las picotas del exceso sobre ingresos; de hecho, en teoría somos de los menos endeudados absoluta y relativamente. Mejor que Alemania. En mi opinión, se han ejecutado presupuestos bastante comedidos desde hace varios ejercicios, quizás demasiado comedidos, y, además, como la Administración central nos debe pasta por un tubo con el Plan Canarias de 2010 y 2011, más la deuda sanitaria, 2012, con el canto de Bambi, tendría que ser el año en que de la mano del Estado y de Europa se acometan implantes urgentes para dotar al Archipiélago de mayores atributos productivos que signifiquen diversificación y posibilidades de cierta repercusión "en y para" África y América. Cuanto más implante de pecho, mejor; con una solitaria teta no vamos a ligar bienestar y progreso. Hay que renovar con ambición el REF ya, buscar la exportación de algo y dotar a las iniciativas de I+D+i, especialmente de mercados. Hay que comprometer a Europa con el sector primario; si no, ¿de qué?, y continuar mimando al turismo exigiendo "compromiso empresarial con el tejido social".

Sobre los números de cabildos y ayuntamientos, personalmente me gustaría que hubiera más transparencia, análisis comparativo y homologación. Creo que sería un buen ejercicio enterarnos bien de las deudas que se arrastran y, por ejemplo, del porqué se alarga el compromiso o directamente no se paga a autónomos, constructoras o empresas.

Encuentro datos del apunte negativo del Ayuntamiento de Madrid a cierre de 2009: 6.776,9 millones, teniendo Las Palmas 115,4; Santa Cruz, 97,4, y La Laguna, 60,9. No aparece ningún otro municipio canario entre los cien más endeudados. En 2011 es bastante más; a partir de hoy se renovarán mecanismos para atar en corto lo que, en algunos casos con razón, desde ese centro interpretan como detrito.

El debate acerca del déficit extra que podrían sacar a la luz las comunidades no ha hecho más que empezar. Según el informe elaborado por técnicos que asesoran a las regiones en sus recursos contra los Presupuestos del Estado, al agujero previsto para las autonomías podría sumarse otros 6.000 millones más durante este año, ya que se contaba con unos fondos para financiar servicios como la educación y sanidad que finalmente no van a recibir, lo que amenaza con poner en jaque el objetivo de estabilidad presupuestaria si no se impulsan nuevos recortes del gasto o subidas de impuestos. Ya se ha observado en Catalunya, en la que se maneja un pulso de insumisión por la imposibilidad de entallarse del corsé, que las comunidades se han comprometido a gastar unos recursos públicos que al final no van a tener. El ajuste real del déficit autonómico será casi nulo en 2011. Su agujero será incluso mayor que el del Estado. Según los últimos datos que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas, el déficit presupuestario de las autonomías, incluyendo el efecto de las liquidaciones territoriales, ascenderá en 2011 a los 35.967 millones, una cifra solo treinta millones inferior a la registrada en 2010, lo que muestra que el ajuste real (en la caja) de los números rojos será mínimo, de un 0,08%.

Está claro que hay que despelotarse administrando mejor, pero nuestra teta es demasiado pequeña. Desde luego que no sobra; falta muchísima más Canarias.